viernes, 12 de agosto de 2011

Narcóticos Anónimos




Un momento de la reunión de Narcóticos Anónimos en Marbella el pasado sábado. (Foto: MRL)

la ayuda entre adictos para dejar las drogas

La asociación organiza reuniones cada semana en Marbella y San Pedro Alcántara

“El valor terapéutico de un adicto que ayuda a otro no tiene igual”. Con este lema se puede definir la labor que realiza cada día en todo el mundo la asociación Narcótico Anónimos (NA), creada a finales de los años 40 en Estados Unidos.

Sus servicios llegan a 116 países con más de 3.000 reuniones a la semana para ayudar a personas que tienen problemas con las drogas. En España NA se introdujo en 1984 desde Barcelona y actualmente se realizan cien reuniones por semana.

En Marbella, la asociación lleva prestando sus servicios desde hace 20 años y tiene reuniones en los locales de la Iglesia de Divina Pastora. También en San Pedro, en un local en la Avenida del Marques del Duero. Además, hay grupos en localidades cercanas como Fuengirola, Estepona o Málaga.

Su trabajo, según explica Cristóbal, responsable de información pública de la asociación en Marbella, se centra en la “terapia de grupo” basada en el anonimato de cada uno de los miembros que acude a las reuniones.
“No nos interesa quién es cada persona, ni qué drogas consume ni en qué cantidad. Lo importante es que haya tomado la decisión de dejar de consumir y busque apoyo entre personas con su mismo problema”, señala Cristóbal.

La asociación no cuenta con ningún profesional en su estructura, ni médicos ni psicólogos. Las personas que hasta ella acuden suelen hacerlo después de haber pasado por un programa de desintoxicación de otras organizaciones y que buscan apoyo para mantenerse ‘limpios’ y no recaer.

En Narcóticos Anónimos se considera como droga “cualquier sustancia que altere nuestra mente o estado de ánimo”, explica Cristóbal. En este grupo no se incluye el tabaco, aunque sí el alcohol.

A cada reunión pueden acudir las personas que lo deseen, los días que quieran y de la manera que estimen oportuno. Las puertas están abiertas y no existe ningún control de los días que asiste cada miembro ni se le presiona para que vaya o vuelva si se ha marchado.
“Obligando a la gente esto no funcionaría. Aquí la asistencia es voluntaria, para los que quieran. No se pide ninguna explicación a nadie”, detalla Cristóbal. Habitualmente, a las reuniones en Marbella acude una media de 30 personas en el tiempo que cada uno considera oportuno.

Narcóticos Anónimos se sostiene económicamente con las aportaciones voluntarias de cada uno de sus miembros. “Al final de cada reunión se pasa una bolsa y cada cual aporta lo que cree conveniente o puede. Tampoco tenemos grandes gastos. Nos reunimos en la Iglesia de Divina Pastora porque nos cobran muy poco”, asegura.

La asociación no tiene ninguna vinculación religiosa y no acepta contribuciones externas para “que no se nos utilice porque eso desvirtuaría nuestro mensaje”.

REUNIONES
MARBELLA
Lugar: locales de la Iglesia de la Divina Pastora
Horarios: Miércoles y sábados a las 20:30 horas.

Domingos a las 10:30 h.

SAN PEDRO
Lugar: Av. Marqués del Duero, 4, 1º
Horarios: lunes y jueves a las 20:30 horas.

Teléfono Información Nacional:
902114147

Un programa espiritual basado en los Doce Pasos

Narcóticos Anónimos ofrece un proceso de recuperación y una red de apoyo estrechamente ligados. Una de las claves de su éxito es el valor terapéutico de los adictos trabajando entre sí. Los miembros comparten sus éxitos y problemas para superar la adicción activa y para vivir una vida productiva sin drogas. Los que tienen más experiencia, llamados padrinos o madrinas, trabajan individualmente con miembros más nuevos.

NA desarrolla un ‘programa espiritual’ basado en la aplicación de los principios contenidos en los Doce Pasos, una serie de pautas que esbozan un enfoque práctico de la recuperación. Siguiendo estos pasos y trabajando en estrecho contacto con otros miembros, los adictos pueden aprender a dejar de consumir drogas.

Estos pasos se estructuran en tres bloques. En el primero, cada miembro debe admitir el problema y asumir que él solo no puede arreglarlo por lo que necesita ayuda exterior. En el segundo se hace un inventario sobre sí mismo para analizar su comportamiento e intentar cambiarlo. Por último llega la fase de transmitir el mensaje, ayudando a los demás y a uno mismo.

Estos son los principios que hicieron posible nuestra recuperación, (LOS DOCE PASOS)

1. Admitimos que éramos impotentes ante nuestra adicción, que nuestra vida se había vuelto ingobernable.
2. Llegamos al convencimiento de que un Poder Superior podría devolvernos el  juicio.
3. Decidimos poner nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios, tal como nosotros lo concebimos.
4. Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
5. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la naturaleza exacta de nuestras faltas.
6. Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios eliminase todos estos defectos de carácter.
7. Humildemente le pedimos que nos quitase nuestros defectos.
8. Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos hecho daño y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.
9. Reparamos directamente el daño causado, siempre que nos fué posible, excepto cuando el hacerlo perjudicaría a ellos o a otros.
10. Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.
11. Buscamos a través de la oración y la  mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente conocer Su Voluntad para con nosotros y la fortaleza para cumplirla.
12. Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a los adictos y de practicar estos principios en todos nuestros asuntos.

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