viernes, 20 de enero de 2012

ÁFRICA | Una nueva crisis alimentaria amenaza el Sahel

'No podemos esperar a ver niños famélicos en la televisión, hay que actuar ya'
Una mujer prepara leche para su hijo en Mogadiscio.| Afp
Una mujer prepara leche para su hijo en Mogadiscio.| Afp
El pasado 20 de junio la ONU declaró la primera hambruna del siglo XXI en el Cuerno de África. Se ponía en marcha así una macrooperación humanitaria para ayudar a los más de 10 millones de afectados por la crisis alimentaria. Pero era demasiado tarde.
Hoy sabemos que más de 50.000 personas perdieron la vida por la tardanza de la comunidad internacional en responder a las llamadas de socorro de las ONG, que meses antes habían dado la voz de alerta ante la gravedad de la situación, tal y como han denunciado Save the Children y Oxfam en un reciente informe.
Seis meses después las alarmas vuelven a sonar, esta vez en los países de la zona del Sahel. Cerca de 12 millones de personas de Níger, Mauritania, Burkina Faso y Chad están en grave riesgo de crisis alimentaria. ¿Qué hay que hacer para evitar que la tragedia se repita?
"Hay que actuar ya, no podemos esperar a que los rostros de los niños famélicos se asomen a las pantallas de nuestro televisor". Lo dice Jaime Atienza, director de Campañas y Estudios de Intermón Oxfam, para quien los indicadores no dejan lugar a dudas.
"Ha llovido poco. Muchas familias han tenido que reducir sus cosechas y el número de comidas al día y están muriendo los animales que les sirven de alimento y fuerza de trabajo", señala el director.
Hablamos de una zona con una situación nutricional de partida muy precaria. Donde hay 300.000 niños afectados de malnutrición crónica y la dieta básica consiste en leche, cereal, cacahuete y arroz.
'Las poblaciones son tan vulnerables que no tienen posibilidades de afrontar el menor choque'
"El problema es que las poblaciones son tan vulnerables que no tienen posibilidades de afrontar el menor choque, explica Acción Contra el Hambre. A ello se suma la subida del precio de los alimentos de hasta un 40% y que las familias si no producen, no tienen dinero para comprar.

Medidas preventivas

Para Atienza lo ocurrido en el Cuerno de África ha puesto de manifiesto errores letales que no deben volver a cometerse: "Antes de llegar a la situación de recopilar grandes cantidades de alimentos para después llevarlas hasta los lugares más recónditos, lo que resulta mucho más caro y más difícil, se necesitan políticas nacionales de apoyo a los pequeños agricultores. Es necesario ayudarles a reforzar su producción para que resistan mejor la crisis".
El problema, según Intermón, es que los gobiernos de estos países no tienen recursos suficientes y ahí es donde tiene que entrar en juego la Comunidad Internacional. ¿Cómo? "Es necesario que las agencias donantes financien la creación de depósitos de agua, reservas de alimentos y sistemas de respuesta rápida", reclama este experto.
La Unión Europea ya ha anunciado que destinará este año 255 millones de euros para prevenir la crisis alimentaria por la sequía. "En el caso de España, en diciembre la AECID convocó un par de reuniones con las ONG para evaluar la situación y se están poniendo en marcha medidas preventivas en Mauritania, Chad y Burkina, según Atienza.
"Pero ahora hay un nuevo Gobierno y nos preocupa mucho que, debido a los recortes, el tema de la seguridad alimentaria, que es capital, quede postergado", precisa. Por eso, para pedir al Gobierno que priorice este tema en sus políticas de cooperación, varias ONG han lanzado la campaña Nunca más. Acabemos con el hambre extrema.
"Los Gobiernos esperan demasiado. "Si en el Cuerno de África se hubiera respondido a las señales, hubieramos gastado menos dinero, habríamos sido más eficaces y no habría habido tantos muertos", concluye Atienza.

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