martes, 24 de noviembre de 2015

“En la Orilla” de Rafael Chibres

    El desaparecido Rafael Chibres nos ha dejado esta última obra para que celebremos su existencia, una novela que perdurará en el tiempo como testigo crudo de lo que vivió una sociedad desde los años cuarenta hasta la primera quincena del siglo XXI. Es cierto que esto no es lo que ocurrió en todas partes, pero sí que se convivió con ello y todos en mayor o menor medida fuimos perturbados por estas acciones y sus consecuencias.

    El existencialismo se apodera de Chibres a la hora de mostrarnos un protagonista herido, por la falta de emotividad de un padre que mantuvo una existencia amarga, por ser un represaliado de la Guerra Civil que apechugó con las consecuencias de mantenerse fiel a sus ideas. Esteban deja su carrera de Bellas Artes para volver al negocio familiar de carpintería, sin luchar por sus deseos, desde pequeño es un pusilánime, un ser sin fuerza que se deja arrastrar y siempre tiene una excusa para no haber triunfado en la vida. Al volver se enamora de una chica del pueblo que prefiere a uno de sus amigos que le proporciona una vida más emocionante donde ella se puede realizar como chef de su propio negocio, sin embargo, Esteban se queda bloqueado con esta relación y nunca más vuelve a tener una mujer que no sea de pago. El trabajo lo realiza en la carpintería como los malos funcionarios, sin poner pasión en ello, sin implicarse en la verdadera tarea artística de la profesión, tal es así, que nadie le solicita trabajos complicadas, sino el trabajo burdo de las obras que tanto proliferan en las costas españolas en los tiempos del pelotazo inmobiliario.

   Al llegar la crisis, con su padre enfermo e impedido, Esteban llega a la quiebra del negocio pues ha decidido ganar dinero fácil, invirtiendo en las promociones inmobiliarias que han hecho ricos a muchos pero que a él lo llevan a la quiebra, teniendo que prescindir del servicio doméstico que cuidaba de su padre y llegando a la acción criminal y cobarde, como toda su vida, que desencadena el comienzo del libro.

    La historia que nos presenta Chibres es dura, deprimente, centrada en la sordidez existente en una sociedad a la que mira sin un resquicio de esperanza, critica a los políticos de todo orden, a los empresarios, los trabajadores, la historia reciente de España, a los que ganaron la Guerra Civil y a los que perdieron, a los hombres y las mujeres, a los de clase alta y a todos las demás clases, Chibres no deja “pollo con cabeza”. La visión que queda tras la lectura del libro es de desesperanza, nos chupa la sangre y las energías, pero no deben perdérselo.

    La historia es desesperante pero aunque no es el todo, sí es la parte, una parte que ha vertebrado este país. Los personajes son deleznables, pero no dejan de ser estereotipos de con los que hemos convivido y todavía no se resignan a desaparecer. Toda la novela es terrible pero toda la novela es verdad, aunque no sea toda la verdad.

    Lo que es digno de mención es la estructura de la obra. La vida y muerte de Esteban se conforma a través de distintos testimonios, varios narradores incluido el protagonista cuentan su historia que ayuda a completar el entorno, el ecosistema donde ha vivido este ser átono y despreciable que pretende justificar su pobre existencia a través incluso de sus propias palabras. Los saltos y regresos en el tiempo también requieren un lector implicado en la tarea. Pero la recompensa es una prosa maravillosa, llena de olores, sabores, colores que unido a la narración en primera persona te transportan a la carpintería, la taberna, los prostíbulos, la cocina y por supuesto al terrible marjal, el humedal que contiene los restos de una sociedad falta de valores y centrada en los placeres inmediatos, superficiales y alienantes: las drogas, los objetos de marca, los vinos caros, la prostitución, los mariscos, el caviar, como dice el propio Chibres, todo en lo que han gastado el dinero turbio que entraba a espuertas y que se ha ido por las tazas de los retretes.


    No se pierdan esta obra porque aparte de una estructura complicada en la que no se pierde el autor y nos hace vivir de primera mano esos truculentos momentos que rodean la vida de Esteban, nos deja una colección enorme de frases y pensamientos valiosísimos que merecerían ser extraídos y ser editados por sí mismos. 

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