miércoles, 22 de noviembre de 2017

“Todo Cuanto Amé” de Siri Hustvedt, análisis AMUM

    La lectura en de esta obra ha polarizado a las asistentes a esta tertulia literaria celebrada como es habitual en el Marbella Club. A pesar de que la opinión general es que su estudio ha merecido la pena, aunque, para algunas participantes fue muy satisfactorio y para otras de difícil lectura.

    La autora de esta obra, como bien dijo una socia, es una crítica de arte, una asidua de galerías y museos, aparte de una gran investigadora que ha realizado un trabajo de documentación fantástico sobre el Arte en General y sobre el Contemporáneo en particular. A la par, es una ensayista que se ha interesado en profundidad por los desórdenes mentales, de comportamiento y alimentarios. Esto dos temas están presentes durante toda la historia. Es por el dominio que la autora tiene de ellos que puede resultar denso, excesivo, innecesario, frenador del ritmo, o excitante, divulgativo y enzima para la curiosidad. Algunas compañeras confesaron no estar muy versadas en el arte contemporáneo e incluso no atraerles demasiado, o no estar en absoluto interesadas en el proceso de creación, estas fueron las que más sufrieron con las páginas y páginas de descripciones de exposiciones, de obras. Otras, las que han asistido desde hace años a los seminarios de arte de AMUM, las que son asiduas a CAC, el Pompidou, el Picasso, amén de otros centros de arte de todo el mundo, disfrutaron de un ecosistema donde se plantea una narración a través de los años de dos familias rodeadas de arte por todas partes.

    Fue objeto de debate la relación entre los miembros de las dos familias, su tensión sexual, resuelta en alguna ocasión, pero sobre todo, sin ser incompatible, el sentido de la amistad, del amor, de la fidelidad que no tiene que ver con el sexo, si no con cuidarse unos a otros, escucharse, estar siempre a disposición, en admirarse y reconocer los puntos fuertes.

    Las mujeres de la obra son muy diferentes en comportamiento, eso aportó una tertuliana, Violet que es capaz de cuidar y comprenderlo todo, Lucille que decide vivir su vida y parece no preocuparse por el rastro que deja, y finalmente Erica la mujer herida de un hombre herido que se niega a sumar el dolor al de su marido.

    Todas han distinguido que la obra tiene dos partes fácilmente identificables, la primera, la presentación de las vidas de un experto en arte y un artista que se conocen y vinculan sus vidas y las de sus familias. Esta parte es la más lenta, además está llena de comentarios sobre obras, autores, el arte contemporáneo y sus subterraneidades, es más dura, por tanto, para quien no esté interesado en el tema. Sin embargo, es una parte muy necesaria para la obra y muy enriquecedora desde el punto de vista de la educación permanente en temas artísticos, si no sabes, te despierta el interés y puedes acabar leyendo con la tablet al lado para buscar quien es cada artista o a qué obra se refiere la autora. La segunda parte. La que enganchó más a algunas lectoras,  tiene la intriga de un thriller, escenas misteriosas, con acción y que lleva al lector por el camino de los desórdenes conductuales y mentales en una suerte de angustia psicológica relacionadas con la maldad, la psicopatología, la herencia de patológica y los caracteres vulnerables que llevaron a las socias a discutir sobre el tipo de enfermedad que podría tener el hijo del artista y si era una cuestión conductual, aprendida,  heredada o del orden de las personas que no tiene sentimiento de culpa como los psicópatas. Hubo una socia  que aportó la posibilidad de que el chico fuese un ser inestable, con problemas de personalidad como un “borderline” y que fuese influido por un líder psicopático (Gilles) que además se dedica al arte contemporáneo extremo, el más sangriento, violento y provocador, otras en cambio pensaban que ambos jóvenes eran sociópatas, ambos demuestran un TAP, Trastorno antisocial de la Personalidad, aunque en diferente grado.

    En general a todas nos pareció un libro de peso, muy bien escrito, excelentemente documentado, con un vocabulario sencillo pero lleno de conceptos y reflexiones profundas. Hubo quien vio una sucesión de Eros y Tánatos, reflexiones sobre las relaciones amorosas y la muerte infalible y cotidiana.

    También fue interesante la aportación sobre la posible crítica a las críticas del mundo del arte. Centradas en el desconocimiento, en la confusión arte/belleza, y en el precio del arte, como si el artista no pudiera ser un buen artista y una persona de posibles o como si una obra de arte dejara de serlo porque entrara en el mercado del arte. Fue muy ilustrativo el ejemplo de la obra de Warhol, ya que por un lado se le critica la cantidad de obras en serie, “como churros” y por otro se le reconoce que esa fuera una de las cualidades del arte Pop.

    Otro de los temas sobre el que conseguimos debatir fue sobre el dolor de los Padres, el sufrimiento por los hijos que no han nacido, por los que han nacido, por los que han muerto y por los que no responden a expectativas. Hemos visto en la novela el dolor por no quedarse embarazada, el dolor por la pérdida de un hijo, el dolor por la conducta inapropiada de los hijos y también hemos visto que diferentes personas lo viven de diferente forma. Por el contrario, hubo quien el dolor lo centró en los hijos de padres de élites intelectuales a los que se les demanda una brillantez difícil y muy frustrante si no se consigue llegar a unos niveles comunes a sus seres queridos.

    El trabajo de descripción de los personajes nos pareció una genialidad, una socia se maravilló de la creación de los distintos protagonistas y cómo se van desarrollando a través de la historia, de una manera muy coherente y compacta, con un recorrido muy creativo y creíble.

    Tenemos varias tertulianas neoyorkinas y les resultó agradable visitar con esta lectura lugares de su ciudad. Se dijo que la obra es puro “New York” Los intereses por la sensibilidad artística, los desórdenes nerviosos, son cuestión habitual que en este estado no se esconden y se comentan con normalidad, no solo Woody Allen tiene necesidad de psicoterapeuta y clarinete.

    Se comentó que la autora es una mujer muy culta y perfeccionista, conocedora del lenguaje y de sus temas estrella, por eso este libro trata tantos asuntos y por eso puede parecer que intenta abarcar demasiado para una novela, no para todas las tertulianas, pero también es una opinión válida. Además Siril Hustvedt tiene una gran sensibilidad, es dueña de un gran rancho interior que le permite tratar con gran inteligencia emocional la muerte del niño y otros pasajes. Sin embargo, recordó, no a todas, a Elena Poniatowska en “La Piel del Cielo” donde la mexicana hace un despliegue sobre astronomía que puede llegar a resultar excesivo.

Resultado de imagen de siri hustvedt   Otro apartado mereció la traducción, a algunas nos pareció bastante acertada, pero para las que acostumbran a leer en inglés no, y claro, es que debe haber una diferencia de matices, pero a la mayoría nos pareció buena en comparación con otras.

    La novela es tan completa que tiene incluso detalles de gran importancia emocional que es espina que vertebra la historia, me refiero al cajón donde el experto en arte, mayor, medio ciego, gastado por la vida, va acariciando objetos que son símbolos de parte de su vida, de lo bueno, lo malo, lo que perdió, lo que ganó, lo que disfrutó, lo que penó, en un cajón…, de recuerdos, todo cuanto amó.

Resultado de imagen de siri hustvedt    Finalmente, nos ha parecido que Violet tiene mucho de la autora, pinceladas autobiográficas en torno a sus achaques nerviosos y su interés por las conductas y patologías, en general el libro tiene mucho que ver con Siril, hay quien critica que el autor de un libro se vea al leerlo, pero sólo desde el conocimiento se puede construir una historia veraz. Y esta es una novela brillante, complicada, dura, oscura, densa, pedagógica, sensible, culta y veraz, que está dedicada a Paul Auster.

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