viernes, 20 de diciembre de 2019

Parladé en el Seminario de la Historia del Mueble de la Asociación de Mujeres Universitarias de Marbella



   La Asociación de Mujeres Universitarias de Marbella acaba de terminar su seminario “Historia del Mueble” que con tanto acierto ha rematado su profesora Lucía Reigal Fernández y tanto provecho ha supuesto para las asistentes. En palabras de nuestra presidenta se subraya:

    “Me parece acertado el enfoque que le ha dado la profesora sobre el mueble en Andalucía y me gustaría resaltar la figura de Jaime Parladé, por su importancia, por crear escuela en Marbella y por su buen hacer en el mundo del mueble y la decoración. Por eso la Asociación ha querido hacerle un homenaje, ofreciendo una sesión más, como nuestra "Fiesta fin de curso" visitando su casa y su obra gracias a que su sobrino Andrés y su mujer Rocío han sido muy generosos y amables permitiéndonos la entrada en ella. La visita fue ayer, a las 17.30, hora mágica de luz. Disfrutamos muchísimo y terminamos con un pequeño cóctel en el Restaurante Alcuzcuz”





A las asistentes les ha parecido pertinente reproducir aquí la última sesión:

ANDALUCÍA, EL MUEBLE ANDALUZ Y LA FIGURA DE JAIME PARLADÉ

A raíz de la comprensión del proceso de construcción de la idea de Andalucía en
la historiografía se ha puesto de relieve la universalidad que la caracteriza, entendiéndola
de una forma dinámica, con carácter multidimensional, como conjunto de subculturas. El
esquema histórico básico para comprender esta conformación histórica queda compuesto
por la Bética romana, los siglos musulmanes marcados por la figura de Al-Andalus y
hechos culturales y militares como la Batalla de las Navas de Tolosa (1212), las
capitulaciones del reino vasallo de Granada (1491-1492) y la rebelión de las alpujarras
(1568). La imagen internacional vino de la mano de escritores, románticos, viajeros del
siglo XIX y soldados franceses cuyas descripciones bascularon entre lo testimonial y la
fantasía. La contribución intelectual quedó marcada por la “España de pandereta” (que
no era otra que Andalucía), las experiencias del exilio de los intelectuales del siglo XX o
la “Teoría de Andalucía” de Ortega y Gasset. De entre el conjunto de intelectuales,
destacaremos dos autores y sus respectivas obras: Joaquin guichot y su Historia General
de Andalucía (1870) y Blas Infante con su obra Ideal Andaluz (1915). Desde el punto de
vista académico, es fundamental la cuestión de la tierra, llegando Eric Hobsbawm a
determinar a Andalucía como la “Sicilia de España” por sus contundente protestas de
raigambre anarquista. Desde la perspectiva cultural, figuras centrales como las litografías
vinculadas al arte flamenco de Francisco Lameyer (1847), la poderosa Carmen de Prosper
Merimée (1845) o la expresión folklorica del rock andaluz y el cante jondo, ambos
vinculados a los movimientos sociales por la autonomía andaluza.
A pesar de haber ganado espacio y peso la idea de Andalucía como elemento de
naturaleza particular, siempre vinculada a la propia idea de España, la propia afirmación
de un estilo propiamente andaluz en la historia del mueble es discutible. Es una cuestión
que ha analizado Rafael Fernández Paradas en su obra Historia de la Historia del Mueble
(2016). A través de su obra podemos estudiar la historiografía disponible sobre el mueble
en Andalucía, así como un análisis pormenorizado del conjunto de autores y autoras que
han abordado esta cuestión. La principal autora que podemos destacar es María Mercedes
Fernández Martín, la cual establece que Andalucía es espejo de Europa. De esta manera,
conforma al mueble andaluz como una realidad plural de modas, personas y tendencias
artísticas europeas que llegaron a los puertos de Sevilla o Cádiz. Muebles que hemos
podido estudiar a través de los museos del Patronato de la Alhambra, la Mezquita de
Córdoba, la Casa de los Medina Sidonia o el Metropolitan de Nueva York.
Hemos podido destacar la decoración o técnica de Taracea (Tarsia), de la cual
podemos registrar sus orígenes desde el siglo XV. En ella podemos ver el gusto por la
decoración colorista y reiterativa de tipo mudéjar de la arquitectura mobiliar. Está basada
en incrustar diminutas piezas de diferentes maderas selectas en combinación con otros
materiales como el hueso, el marfil, el carey o el nácar, incluso, placas de plata. Piezas
centrales para su estudio son: el mimbar de la Mezquita de Córdoba, el sillón de cadera o

Andalucía, el mueble “andaluz” y la figura de Jaime Parladé

Jamuga, así como las puertas de alhacena de la desaparecida casa de los infantes (Palacio
de Cetti Meriem, finales del siglo XIV – principios del siglo XV).
Andalucía como en enclave comercial internacional
La figura de la Casa de la Contratación en las ciudades de Sevilla y Cádiz da
sentido a la propia naturaleza de enclave internacional comercial. Los muebles que
podemos encontrar a lo largo de los siglos XVII y XVIII en Andalucía eran de los estilos
historicistas encargados por la Corona y la nobleza en base a las modas europeas. Símbolo
del comercio del mueble, fundamentalmente el extranjero, son las ordenanzas dadas en
Sevilla y Granada, las cuales fijaban los establecimientos dedicados exclusivamente a la
fabricación. Además, recogían el conjunto de protestas de la alta presencia de obras y
distribuidoras extranjeras. Destacaremos una casa comercial y proveedora fundamental:
Forchoudt de Amberes (principal proveedor del siglo XVII con sedes en Sevilla, Lisboa
y Bilbao). Felipe II potenció el gusto español por el mobiliario europeo, principalmente
el italiano, lo cual tuvo como consecuencia una potenciación de la ebanistería. Símbolo
de ello es la propia Biblioteca de El Escorial.
De este las figuras de mayor presencia destacamos el barqueño portugués, el
estrado femenino con una gran presencia del uso de las ropas de casa y las cajonerías y
escritorios diseñados con motivos decorativos de una gran naturaleza litúrgica. Si
hubiéramos de establecer un rasgo significativo del mueble en Andalucía es el propio
tratamiento de la luz con el uso de las cerámicas y las maderas utilizadas. El uso de telas
para vestir las casas era una práctica decorativa esencial para la casa barroca andaluza y
española, la cual se debe comprender como un lugar prioritariamente destinado a
pernoctar.
La capacidad de combinar el conjunto de elementos definitorios del posible estilo
andaluz nos introduce en la figura central y coetánea de Jaime Parladé en Marbella.
Parladé se consagró como un diseñador capaz de crear una decoración armoniosa basada
en la combinación de los diferentes estilos históricos del mueble europeo, el tratamiento
de la luz a través del color, el uso de telas coloridas o el peso comedido de la raíz
orientalista. Como decorador, diseñador y crear consagró su expresión por el gusto,
siendo un elemento central su observancia de los ambientes y enclaves territoriales de sus
creaciones. Combinó el charme francés, la sofisticación británica, la pasión oriental y una
base de alegría andaluz. Destacamos sus diseños para el Marqués de Riscal, el color verde
parladé o la Casa de la Moraleja en Madrid. Pero, sobre todo, su casa en Marbella:
Alcuzcuz.

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