Este escrito es un homenaje a las lecturas AMUM 2020
En esta hermosa tarde de invierno, tendríamos que estar comiendo en el Hotel San Cristóbal, despidiendo el año. Faltaría para que resultara más romántico la presencia de Landero enviando “Una lluvia fina” que lentamente cayera sobre la “Verde agua” que nos describe Marisa Madieri que se amontona en la cantarilla. Pero como “El amor molesto” Elena Ferrante no se resiste a faltar a esas veladas.
Entre las pastas que preparamos cada una en su casa, veo una tarta de limón con una cobertura que la preparó Neil Leyshom“Del color de la leche”. Pero realmente en esta pandemia necesitaríamos estar todas juntas con Naguig Nahfuz en “El callejón de los milagros” que nos ayude a que todo esto pase rápido. Pasan las horas y entre una copa de vino o de cava y la creciente alegría de todos nos parece mirar con nuestro “Nervio Óptico”que María Gainza nos dice que la vida pasa, comentando viajes, literatura, pintura, como el “Varón rampante” saltando de Arte en Arte acompañadas por Italo Calvino
Aunque no me llame “Lucy Burton” estoy aprendiendo de cada una de mis compañeras, su diferente forma de ver las letras. La forma de paladear cada relato, como si nos perteneciera.
Aunque no somos “Hermanos de sangre “confieso que hay veces sobre todo cuando nos emocionamos todas coincidiendo en alguna obra como “Beloved” y en la emoción surge la empatía de sentir dolor por todos los seres que en el día de hoy, no lo están pasando bien , como “La calle Katalí” en una Hungría que Magda Szabó nos describió en una adolescencia hermosa, los aires de guerra que ya se comenzaban a respirar en Europa.
Pero tenemos “La tregua” de leer también novelas en donde la palabra poética de Benedetti nos emociona como también Marisa Madieri nos habla del dolor en “Verde agua” o nos vuelve melancólicos como en “El gatopardo” cuando vemos que hay momentos históricos que van muriendo. Pero nos sigue salvando utilizar nuestra sensibilidad para acercarnos a la plástica o la música y la literatura. Hay alguien que no recuerdo que dijo que el que no lee solo vive una vida, en cambio los lectores aprenden a vivir miles de vidas.
Sabemos que alguna vez Faciolince nos dirá en “El olvido que seremos” que recordemos temas como la libertad. Cuando volvamos a releer que “Cuando un niño es feliz, se transforma en buena persona y recordar que la felicidad y la libertad van juntas”
Hay veces que como “La mujer rota” miramos al mundo con decepción, cuando vemos a tantos seres humanos que tratan de cruzar el mediterráneo para cumplir con “El orden del día”; llegar vivos para poder aspirar a una vida mejor.
Pero también soy consciente que “Todo lo que amé” se puede traducir viviendo la serena paz que me da hablar con mis compañeras de nuestros sueños. Recordar a escritores y poetas y creernos ciertos días que estamos en “La librería ambulante” eligiendo ejemplares y recorriendo los pueblos blancos de Andalucía.
Como en “Cuento de la criada” no queremos pertenecer a una sociedad distópica, por eso desde nuestro lugar y siempre utilizando la palabra escrita lucharemos y ayudaremos a las jovencitas para que triunfen en sus carreras para hacer de éste mundo; algo mejor.
Y creo que eso representa las tertulias de Amum. Estar aisladas dos horas rodeadas de Arte, la maravillosa sabiduría que nos da la palabra escrita”.
No estamos en “La calle Katalí” Pero formamos un grupo unido bajo la misma premisa como en “El maestro de almas” y el amor por las letras nos llevan mes a mes agregar títulos que nos hagan crecer como seres pensantes, para vivir de tal modo que la muerte nos encuentre tan vivas, que hasta dude en llevarnos y en ese momento Irene Nemirovxky nos traerá “El baile” y bailaremos y nos vestiremos de gitanas en “San Bernabé” y en “Lo que queda del día” seguiremos parándola muy bien y riendo mucho como en Historia de una vaca y si nos esmeramos nos transformaremos en “Doña Perfecta” para alagar a Galdós. Y seremos como “Hermanos de sangre” y Elling nos dará temas para seguir creciendo. Hoy estamos como atrapadas entre “La elegancia del erizo” pero confiemos que en poco tiempo más veremos florecer otra primavera y recordaremos “El viaje del Elefante” que Saramago lo realizó con tanto optimismo y ternura.
¡Felices fiestas! Amigas.