miércoles, 28 de mayo de 2025

Reseña de No solo en Madrid por el Profesor de Literatura Pedro Alonso Asensio




Apenas hace unos día Ana Eugenia Venegas nos presentó su última novela No solo en Madrid, Premio Tiflos Especial de Novela 2025. Después de una atenta lectura hago esta crítica literaria de la misma. Debo admitir que hace un tiempo que mis críticas más usuales versan sobre actividades musicales.
Es una novela que combina la sensibilidad literaria con una notable capacidad de observación histórica y social. Se sitúa en la efervescente década de los 80 en Madrid, en plena Movida, pero no se limita a ofrecer una postal nostálgica de aquellos años. Lejos del glamour con el que a menudo se recuerda aquella etapa, Venegas escoge centrar su mirada en las zonas oscuras, en los márgenes de ese despertar cultural, abordando con crudeza y honestidad temas como la drogadicción, el desarraigo y la pérdida de rumbo que afectó a muchos jóvenes de aquella generación.
1. Contexto y ambientación: lo histórico como escenario vivo
La novela está sólidamente anclada en la efervescencia cultural, política y social de la España postfranquista. La autora reconstruye con gran solvencia el Madrid de los ochenta, lleno de luces de neón, transgresiones y rupturas. Pero no se queda en la superficie de la estética punk o de la experimentación artística: Venegas muestra el reverso de la euforia, los márgenes de ese paraíso prometido, donde conviven la droga, el desarraigo y la exclusión.
Su prosa, ágil pero rica en matices, logra transportar al lector sin caer en el costumbrismo. Madrid es un personaje más, no un mero decorado.
2. Narrativa híbrida: novela negra y crónica social
Uno de los mayores logros de la novela es su hibridación de géneros. Aunque posee un andamiaje de novela negra —con misterio, desapariciones y tensión narrativa—, No solo en Madrid se abre a una dimensión introspectiva y sociológica. La intriga no solo es externa, sino también psicológica: los personajes arrastran conflictos internos que reflejan la pérdida de referentes en un mundo cambiante.
La alternancia entre el Madrid urbano y otro espacio más íntimo, rural y “atemporal” (posiblemente en la Sierra), funciona como una contraposición simbólica entre la modernidad y una cierta nostalgia de lo esencial.
3. Personajes complejos y representación del fracaso
El foco no está en los “triunfadores” de la movida, sino en aquellos que no llegaron a nada, los que se perdieron por el camino. Esta elección ética y estética da a la novela un cariz sombrío pero profundamente humano. Los personajes están bien delineados, con trayectorias que se entrecruzan y revelan la fragilidad de los ideales colectivos.
Es una novela de derrotas más que de victorias, pero sin caer en la desesperanza total. Hay en el texto una mirada compasiva hacia los excluidos, una voz narrativa que no juzga, sino que comprende.
4. Estilo literario y técnica
Venegas escribe con elegancia contenida. No abusa de recursos poéticos ni experimentales, pero utiliza un lenguaje preciso, cargado de sensibilidad. El ritmo narrativo está bien administrado: comienza de forma introspectiva, casi lenta, pero va ganando tensión e intensidad a medida que se desenvuelve la trama.
En cuanto a la estructura, es sólida, aunque algunos pasajes pueden parecer dispersos. La autora apuesta por una fragmentación moderada, que se justifica en la reconstrucción de memorias, voces y silencios.

Valoración final
No solo en Madrid es una novela literariamente madura, con vocación de permanencia. Más allá del homenaje a una época icónica, ofrece una mirada lúcida sobre las fracturas de la modernidad. Ana Eugenia Venegas ha sabido articular un texto que emociona y denuncia, que evoca y reflexiona. Su distinción en los Premios Tiflos está más que justificada: se trata de una obra que merece ser leída con atención, especialmente en un tiempo donde la memoria histórica y cultural está en riesgo de simplificación.
Todas las reacciones:
3

             

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