- Esta sustancia de origen vegetal contiene potentes principios activos
- Su consumo puede provocar graves daños en el sistema cardiovascular
Higuera del infierno, burladora, berenjena del diablo... Tal y como indican sus múltiples nombres populares, el estramonio es un viejo conocido desde la antigüedad por sus propiedades hipnóticas y alucinógenas.
Utilizado ya en la antigua Roma por las bacantes, las adoradoras del dios del vino, sus efectos aparecen también citados en numerosos documentos de brujería y chamanismo desde la Edad Media.
Su relación con el ocultismo se debe, sin duda, a que contiene una gran cantidad de alcaloides como la atropina, escopolamina e hiocinamina, que provocan en quien lo consume delirios, agitación y distorsiones en la percepción de la realidad, entre otros síntomas.
Aunque no es frecuente, en los últimos tiempos los servicios de urgencias han documentado algunos casos entre jóvenes que lo emplean como sustancia estupefaciente, como parece haber sido el caso de los dos jóvenes fallecidos el pasado fin de semana en Madrid.
"Es una sustancia peligrosa", advierte Ana Ferrer, jefa de la Unidad de Toxicología clínica del Hospital Clínico de Zaragoza. "Tiene una importante acción sobre el sistema cardiovascular y puede llegar a provocar un ataque al corazón", explica esta especialista.
Algunos de los principios activos contenidos en el estramonio se emplean habitualmente en medicina, pero "sin control de la dosis", sus efectos pueden ser altamente dañinos, continúa Ferrer, quien aclara que la toxicidad de la planta es alta tanto si se consume de forma oral –a través de infusiones- o fumada.
Por otro lado, la mezcla de esta sustancia con otros estupefacientes o con alcohol puede provocar un cóctel explosivo. "Habría que conocer las dosis consumidas, pero sin duda, la asociación de distintas sustancias que actúan sobre el sistema nervioso y cardiovascular aumenta la peligrosidad", subraya.
La 'Datura stramonium', el nombre científico de la planta, es muy común en toda la Península Ibérica y pertenece a la familia de las solanáceas. Sus hojas son de color verde intenso y presenta flores blancas.
Decenas de 'raves' ilegales se celebran cada año en naves abandonadas de la región
Madrid | 22/08/2011 - 18:25h
(EUROPA PRESS)
La Comunidad de Madrid es, junto a Cataluña y Valencia, la región española donde se celebran más 'raves', fiestas clandestinas e ilegales de música electrónica que tienen lugar ennaves abandonadas, similares a la celebrada el pasado sábado en Perales del Río (Getafe) y que acabó con dos jóvenes fallecidos y un tercero hospitalizado de gravedad por la ingestión de un cóctel de drogas y alcohol.
Estos eventos son organizados por grupos de amigos o por djs poco conocidos que utilizan este tipo de plataformas para promocionarse. Las fiestas se celebran en lugares abandonados, por lo que sus participantes no tienen que alquilar el local pero tampoco cuentan con medidas higiénicas ni de seguridad de ningún tipo.
Las 'raves' se publicitan actualmente por redes sociales y van dirigidas un grupo específico de habituales con el fin de evitar grandes aglomeraciones en el lugar y la presencia de la Policía. Las fiestas comienzan de madrugada y duran más allá del amanecer.
El carácter gratuito de la 'rave', el buen tiempo, la opción de bailar al aire libre hasta bien entrada la mañana del domingo y la posibilidad de llevar y consumir alcohol son otras de las características de este tipo de eventos.
UN FENÓMENO EN AUGE
La celebración de 'raves' no es algo nuevo o desconocido, pero cada vez está más en auge ante el aumento de la vigilancia policial derivada de la Ley Antibotellón. A esto se le une la demanda de los más jóvenes de continuar la diversión una vez que los pubs y discotecas cierran y ante la falta de locales 'afterhours'.
El fenómeno 'rave' se ha asociado con frecuencia al consumo de alcohol, bebidas estimulantes y diversas drogas ilegales como el éxtasis y la cocaína. Otra de sus características es que se convocan y desconvocan rápidamente, dependiendo del aguante de los participantes y de la vigilancia de las Fuerzas de Seguridad.
La última fiesta de este tipo que tuvo cierta repercusión fue la celebrada el 25 de junio en un túnel situado en un camino apartado de la M-50, en el término municipal de Boadilla del Monte, al que se llega tomando un desvío situado aproximadamente en el kilómetro 66. Fue convocada por el grupo 'Roomba Underground'.
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