Os recomiendo este libro, lo hago porque a mí me ha ayudado a pensar en la cronología exacta del comienzo de la MEMORIA HISTÓRICA. Tengo una amiga Persa y cuando ella me ha contado la historia de lo que pasó en su país empieza en el momento que los revolucionarios dieron el golpe de estado y obligaron a su familia a huir, huir por miedo a que mandasen a sus hermanos a la guerra contra Irak, a que las apaleasen porque se les vieran los tobillos mientras conducían, a la represión y a la incultura.
Kader Abdolah empieza su memoria histórica cuando el padre del Sha de Persia obliga a la población a modernizarse, a dejar los velos, a ir a la escuela, a ser recorridos por el ferrocarril, a hacer el servicio militar. Obliga quiere decir por la fuerza, con lo que se creó un movimiento opositor, reprimido y apaleado.
Esto me hace pensar en la MEMORIA HISTÓRICA de la que se habla en nuestro país. Muchos la sitúan el 18 de julio de l.936, Franco da un golpe de estado, se suceden las batallas y se impone su fuerza, con sus desmanes e injusticias, y asesinatos que también hubo
Sin embargo en mi familia la MEMORIA HISTÓRICA se remonta a años antes. Cuando en el pueblo de Ubrique los Socialistas y republicanos de izquierdas asaltaban reiteradamente el convento y la Iglesia parroquial. Cuando mi abuelo Mateo Venegas y otros ciudadanos fueron encarcelados y amenazados de muerte por haber escondido a la Virgen de los Remedios para que no la quemaran. Cuando desnudaban y tocaban a mi abuela Ana cada vez que le llevaba comida a su marido, para ver si era verdad que estaba embarazada, que lo estaba de mi padre, que nació en Marzo del 36 y fue bautizado en el fregadero de la casa donde tenían escondido al cura porque lo querían matar.
Total que todos somos producto de nuestra historia, pero ¿hasta donde se remonta nuestra MEMORIA HISTÓRICA?
Los lazos profundos e indestructibles entre un padre y un hijo, capaces de perdurar a través del tiempo y del espacio gracias al poder aglutinante del arte y de la lengua, son el fundamento narrativo de esta novela original y conmovedora, de marcado carácter autobiográfico. Ismail, un novelista iraní exiliado en Holanda, recibe por correo el diario de su padre fallecido, un tejedor de alfombras de Arak, región remota y montañosa de la antigua Persia. Sordomudo de nacimiento, Aga Akbar ha escrito esas páginas utilizando los símbolos de una antigua inscripción cuneiforme grabada en una cueva del monte sagrado del Azafrán hace tres mil años, un hermoso lenguaje desconocido que nadie ha conseguido aún descifrar. Traducir esas notas, reflejo de toda una vida, se convierte en el propósito más ferviente de Ismail, sabedor de que ese diario contiene no sólo el pasado familiar, sino el sentido de su propio presente. Así pues, por medio de los escritos del padre y los interrogantes del hijo, surge la apasionante historia del Irán del siglo XX, desde la implacable obstinación de Reza Kan en modernizarlo hasta la feroz represión del régimen de los ayatolás.Escrita con un estilo evocativo, de diálogos concisos y tono de leyenda, El reflejo de las palabras es la quinta obra del autor iraní Kader Abdolah, refugiado político en Holanda desde 1988. Como Nabokov y Conrad, Abdolah posee el talento de escribir en un idioma extraño como si fuera propio, lo cual no ha sido obstáculo para que hoy sea reconocido como uno de los más destacados narradores contemporáneos en lengua holandesa.
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