lunes, 17 de junio de 2024

El Tiempo de las Mujeres, de Ignacio Martínez de Pisón. Notas para una tertulia

 


-         Efecto Rashomon: el efecto producido por la subjetividad y la percepción personal a la hora de contar la misma historia o situación. Historia familiar a lo largo del tiempo, contada desde la subjetividad de las hijas, María, Carlota y Paloma. Me gusta cómo encaja las historias para que tengamos una visión muy completa entre los distintos puntos de vista.

-         También me gusta cómo redondea y cierra círculo, como empezar por el coche, cómo la madre no puede conducirlo y acabar con el crecimiento de esa madre, adquirido después de un luto emocional, económico y familiar. Finalmente asume los roles que el padre tenía para reducir el impacto de su desaparición. Adaptarse como se puede a lo que se pueda, primero con menos acierto, luego según se aprende con más recursos y experiencia. Lo he vivido en mi casa al morir mi padre joven en un tiempo en que las mujeres no habían ido nunca ni al banco.

-         Vida imperfecta de una familia imperfecta de un matrimonio imperfecto, donde se perciben los afectos propios y sanos de una familia.

-          La muerte del papá desencadenó problemas emocionales, económicos de brújula. Las chicas y la madre necesitan y se pierden sin una figura masculina, hasta que sobreviven, con pérdidas, pero lo hacen.

-         ¿Se nota que está escrito por un hombre? ¿importa ese hecho? ¿Estamos las mujeres entrando en la suspicacia de que la literatura de mujeres está escrita por mujeres y la de hombres para hombres? Yo, al leerlo, no he pensado que era un hombre el que escribía, luego debe ser, o que lo ha hecho muy bien  el autor entrando en la cabeza de las mujeres o que no hay tanta diferencia de literaturas dependiendo del sexo. ¿Qué opináis?

-         La estructura es interesante, aunque ya hay mucha así y también cine, desde Akira Kurosawa.

-         A la par es de lectura sencilla, no puedes parar, ves que hay algo en esas vidas propias de una familia con problemas y vicisitudes en la época de la Transición Española en las ciudades, en los pueblos aún había poca tolerancia con las relaciones amorosas y sexuales, y visto lo visto, los problemas que tuvieron las chicas, no me arrepiento de mi juventud más aburrida y ortodoxa.

-          Novela familiar y de transición, la infancia a la madurez. Crecimiento en un país en crecimiento con la aceleración de la muerte del padre.

-         Paloma huye, se escapa, pero en realidad se escapa de sí misma, de la incomodidad de su ser en la nueva situación. Lo que se llama una cura geográfica. Ella misma habla de su incapacidad para ser ella misma cuando está con otras personas y que en realidad lo que ven otros es un personaje.

-         El tema de Carlota me pareció la cuña del tópico de la extrema derecha, por narices tiene que haber extrema derecha en España. Yo viví aquel tiempo y en mi casa, nuestro abuelo que era el jefe de la Policía Local que veía de la etapa de Franco, nos aconsejó votar al centro para que se produjera la paz que era lo más importante, de hecho, el centro fue el partido mayoritario de aquel tiempo, la gente votó desde todos los extremos la paz y el entendimiento. Los de extrema derecha, como los de extrema izquierda no eran importantes. A alguien le viene bien en la actualidad reescribir la historia y tener presente la ultraderecha en todas las conversaciones, es frustrante e insultante para todas las personas de bien que hicieron posible la Transición.

-         El no parar de suceder cosas, aunque parezcan normales y luego extraordinarias y esa forma de relatarlas todas en el mismo nivel como si todo fuera posible, porque se acepta el azar de la vida, me recuerda a Paul Auster.

-         Me parece muy interesante y difícil desde el punto de vista de escritor, aunque pase desapercibido desde el lector, la coherencia de los personajes, desde su femineidad, su tiempo y su espacio.

-         El mundo de los subasteros está tratado como un mundo de buitres, negociar con el producto de la pérdida de los demás no parece digno de orgullo, pero forma parte del sistema, se parece al mundo de los vendedores de coches usados, que parecen todos unos trapaceros, pero una trapacería necesaria, para vender los coches usados y comprarlos. Quizás esas incoherencias, dualidades, que ocurren en nuestro sistema. Feo pero real y hasta necesario.

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