Macbeth, El gafe de un clásico,

Esto que os cuento me ocurrió a mí hace 18 años, precisamente por estas fechas, estábamos de vacaciones y nos fuimos a un hotel al Cabo de Gata:

"Deshago las maletas y cojo mi libro, por fin me atrevía a enfrentarme a Macbeth, ¿objetivo? -demostrarme que la superstición que lleva arrastrando era una pura irracionalidad. Me recuesto en la tumbona, abro el libro y empiezo. Página 10, se me acerca mi hijo y me dice que tiene frío, -¿frío?, ¿mi hijo?-, le toco la frente, fiebre de 40, ¡madre del amor hermoso! -Lo siguiente, se pone a vomitar, -ojú!, será  la maldición?. Lo recuesto a mi lado, sigo leyendo el libro, le doy apiretal, Acuarius, -el niño está mu malito-, me lo llevo a la habitación, empiezo a agobiarme mucho, mucho, la noche ha sido de película y la temperatura no baja, me la he pasado a su lado o en el baño leyendo la "tragedia escocesa", en los turnos de mi marido. Le doy más bebida, no se vaya a deshidratar, -¡ni pa Dios! Santa Lucía tú que siempre estás en mi hombro derecho, haz el favor, guapa. de echarle un ratillo a mi niño!, el niño delira, pensamos en llevarlo a un hospital a la voz de ya!, pero antes, agarro el puto libro, salgo de la habitación ante la mirada atónita de mi marido y lo tiro en la primera papelera que veo, cojo a mi hijo en brazos, presa de la determinación que da la desesperación y lo llevo a la piscina, lo sumerjo, tirita, -¡pobre niño!, con esta madre tan loca, empieza a abrir los ojos, me habla, se espabila, me sonríe, chapotea, le doy el puñetero Acuarius dentro del agua y no lo vomita, -¡se poooone mejorrrr! Qué nochecita! 

    En fin, que le den por saco a "esa obra", que lo mismo es que el chaval estaba triunfando con su sistema inmunológico, que lo mismo la piscina, el agua fría, le bajó la temperatura, que lo mismo... -que lo mismo a "la innombrable" lo va a leer su padre!!  Que hay muchas libros que leer, hombre! ojú! leñe!!!

Ana E.Venegas

ABC cultural

En el mundo del teatro es de sobra sabido que hay que evitar vestir de color amarillo, no hay que desear buena suerte a los actores y que no se debe pronunciar el nombre de Macbeth. Esto último es llevado hasta el extremo de que los actores se refieren a la obra de Shakespeare con el nombre de «La Tragedia Escocesa» (The Scottish Play), de la misma forma que desaconsejan recitar más de tres estrofas de la misma.

Pero según un artículo del diario «The Independent» parece que a algún actor de la función se le pasó por alto respetar estas reglas durante la interpretación de «Macbeth» en Manchester, obra que produce y protagoniza Sir Kenneth Branagh 11 años después.

La maldición ha vuelto a surtir efecto, pues un miembro del reparto tuvo que ser llevado al hospital después de ser herido en una de las primeras escenas, las cuales implican el uso de espadas reales en la cruenta batalla que supone la puesta en escena de la obra.

Personas del público manifestaron que el actor se lesionó mientras luchaba con Sir Kenneth, pero los organizadores dijeron que es algo que no puede confirmarse debido a la naturaleza caótica de la escena.

El herido, fue atendido rápidamente por los médicos del teatro que le diagnosticaron «lesiones leves». En una muestra de profesionalidad, el actor volvió al escenario pero después de que cayera el telón fue llevado al hospital por precaución, según un comunicado de la compañía Manchester International Festival.

El gafe de un clásico

Para rematar la historia, esa misma mañana Sir Kenneth había declarado en una entrevista al programa de la BBC «Today» que dirige Evan Davis, que «la batalla se ensaya con gran precisión todos los días, ponemos una gran concentración en hacerla».

«No se puede decir que no es peligroso», añadió. «El metal choca y las chispas vuelan literalmente. Queríamos sumergir al público en una experiencia descarnada».

En referencia al papel que interpreta, Sir Kenneth agregó que «Macbeth es un guerrero. Él es implacable en la batalla. El mundo es un mundo salvaje».

La obra ha recibido buenas críticas y tiene el cartel de «No hay billetes» hasta el 20 de julio, momento en el que se transmitirá a los cines de todo el país como parte de la serie en vivo del National Theatre de Londres.