sábado, 18 de enero de 2014

La Polaca y Carlos Herrera


    La Polaca es el invento de un trabajador incansable de la hostelería con mucha personalidad. Francis Guzmán empezó con un minúsculo local donde servía bocatas, hoy en día tiene uno de los locales más encantadores de Marbella.
 
    El establecimiento está situado en el centro, centro, de de la ciudad, junto al mercado y la biblioteca, se desarrolla en una casona antigua remodelada en bocatería, tapería, cervecería y bar de copas con un estilo vintage, pleno de objetos de nuestra infancia, desde una radio antigua a botes de Colacao. Cuenta con terrazas  en las plantas superiores.

    La cocina es sencilla pero gourmet, sirven el foi, el jamón, la ensalada cesar, las variadas tostas  y por supuesto los bocatas de Francis de toda la vida pero sofisticados sin que el precio sea un problema.

   Todo está muy bien pero lo mejor es el ambiente, por ahí pasan los escritores, músicos, actores y muchas de las personas más divertidas de la ciudad. Anoche mismo estuvimos tomando unos vinos y María, nuestra camarera favorita, nos dijo que subiéramos a la sala de copas, junto a la que tiene Francis tributo a Raphael. Ahí Francis "pincha" sus canciones preferidas, pop ochentero y farándula, pero anoche además estuvo pinchando Carlos Herrera el conocido locutor de radio y amigo del propietario, también fue estupenda la "session" de "el Salas", de Onda Cero, "Stay Alive" de Bee Gees, Grease, Michal Jackson.... La verdad es que la gente se divirtió de lo lindo, no seríamos más de treinta, en la habitación no caben más, ni falta que hace, pero acabamos subidos por las mesas, cantando a voz en grito, mi marido y Carlos cantaban "A quién le importa lo que yo haga, a quien le importa lo que yo diga...." uno a otro, con los brazos en alto, interpretando en pleno desfase, yo me recogí el pelo con una cuchara, no se puede ser más natural ni estar más a gusto.


   En fin que luego no podía ni entrar en el coche con el puñetero menisco, se me quedó la pierna de una pieza y no la podía doblar, tres horas y media bailando sin parar. Al llegar a casa, paracetamol de 1 gramo y a dormir, del tirón hasta las 9.20, se ve que el insomnio se cura bailando.

Ana E.Venegas

 

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