Maria Victoria Atencia fue ayer tarde homenajeada en el Cortijo Miraflores de Marbella. El recuerdo a su vida y sus obras fueron el eje central de la conferencia que nos ofreció Josefina Arias, maestra, escritora, cultivada, inquieta y comprometida socialmente, a la que presentó el mago de las palabras Francisco de Asís López (Paco), Archivero Municipal y hombre vinculado y comprometido con la cultura de Marbella, ante un público curioso que acabó entregado a los versos alejandrinos y la prosa preciosa que se declamaron.
Pasadas las ocho de la tarde y con
presencia de diferentes medios de comunicación nos dimos cita el centro
cultural para recrearnos en la vida y obra de la poetisa malagueña nacida en 1.931,
perteneciente a la generación de 50 por cronología pero con matices
individuales debido a su fuerte personalidad y convicciones religiosas. María
Victoria, a sus 82 años, goza de una
claridad mental excelente que compartió con nuestra ponente en sendas ocasiones
en las que profundizaron en su obra.
Nos llamó la atención hechos como que
durante la Guerra Civil ella fue ingenuamente feliz pues vivió alejada de
conflictos armados y sociales, en su finca de Churriana, este hecho nos
confirma que nunca hay dos realidades iguales para dos personas diferentes. También
nos interesó el hecho de que pese a haber ido a colegios de señoritas, no le
estaba permitido el estudio superior, pues “no era necesario para las mujeres”
de ese tiempo, sin embargo, ella era autodidacta, hablaba idiomas, conocía a
escritores contemporáneos y leía clásico duros y profundos como San Juan de la
Cruz. En ese círculo conoció a su marido Doctor en Derecho y poeta editado, que
tuvo el acierto humano de dejar crece y apoyar a María Victoria.
Desde pequeña tuvo inquietud creativa y
gracias al grupo de amigos de su marido entre los que se encontraban literatos
entendidos, ella tuvo la posibilidad de implementar su trabajo, dando como
resultado numerosos libros de poemas y prosa poética. La poetisa ha recibido
todos los galardones, medallas y menciones posibles en la poesía de nuestro
país.
Hay que resaltar la musicalidad y la
métrica perfecta, con cesuras necesarias para el deleite de sus versos. El acto
estuvo plagado de lecturas de perlas líricas que fluían en el aire inducidas
por la técnica de la Atencia y mejoradas por la voz romancera de la Arias. A
destacar “Marta y María” y “El Oro del Tigre”, éste último homenaje a Borges.
Fue un acto delicioso, disfrutamos y
recibimos nuestra dosis de medicina para el espíritu.
Ana E.Venegas
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