El pasado jueves se inauguró en Al Vino
Vino la muestra de pintura de Antonia Naranjo París, compuesta por una
colección heterogénea de cuadros que nos llevan del retrato de una época a paisajes
Cezannianos, con un gusto especial por la mezcla de técnicas y materiales donde
destaca la tierra con la que consigue una textura muy interesante.
La artista es discípula de Francisco
Montoro miembro de la Real Academia de
San Fernando al que no emula demasiado porque le gusta disfrutar del color de manera
más instintiva. Además de las artes
gráficas es una gran poetisa premiada en concursos literarios y autora del
libro “Ya Puedes Amarme”.
La artista está considerada como una
pintora con personalidad propia que experimenta con materiales diversos y que
nos ha traído una colección interesante por su diversidad en la que destacan:
un retrato de la mujer de los setenta y ochenta, endurecida por la lucha para
ser visible, una pose de fortaleza impuesta como declaración de intenciones de
lo que tenía pensado hacer con sus derechos como ser humano. Me gustó
especialmente el cuadro de tamaño medio que representaba la infancia a la que
no puede volver la autora a través de una fábrica familiar que en la actualidad
está destruida.
En fin, somos afortunados, estará varias
semanas en Al Vino Vino y podemos todos ir a disfrutarla.
Texto: Ana E.Venegas
Fotografía: Mike Pinter
gracias, Ana.
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