Jean Cocteau regresa a Marbella y esta vez
para quedarse, aquel rapto que sufrió a manos de Ana de Pombo en los años
sesenta y que le hizo ser prisionero sin rejas no ha tenido más remedio que
repetirse, la muerte se lo llevó en un permiso de tercer grado al que la
montaña blanca y el mar azul lo habían condenado. Por eso, y con nuevos
secuestradores, Alfredo Taján y Óscar Carrascosa, el genio proteico, tan
terrible como iluminado, vivirá su libertad vigilada en esta ciudad Cocteau, tan ávida
de dar valor a los talentos que en hordas nos visitaron y se quedaron.
Tras la presentación por parte de las
autoridades y la plana mayor del proyecto Marbella Capital Cocteau, estamos
asistiendo a los primeros pasos del bebé que alimentamos. Esta semana se está
celebrando los cursos de verano de la Universidad de Málaga en el Hospital Real
de la Misericordia, sede de la UNED. Tenemos para todos los gustos, desde las
relaciones de España con la Unión Europea, sobre la interpretación escénica, el mindfulness y finalmente la joya de la
corona, el de Cocteau, titulado “Jean Cocteau, Embajador de las Vanguardias”.
Las jornadas, un total de ocho horas lectivas, han
recorrido la vida y obra del Príncipe de los Poetas. La biografía de todos los
artistas es importante para comprender su obra por mucho que ciertos
movimientos críticos pretendan hacer estudios objetivos y desligados. En este
caso, es de indispensable conocimiento, pues Jean Cocteau persona estaba tan imbricado
con el personaje y ese personaje es tan importante en su producción que no se
saborearía el manjar sin el conocimiento de la base del hecho simbólico.
El “Paganini del Violín de Ingres” fue un
niño bien, criado en ambientes cultos, con un desarrollo de la sensibilidad
propio de los talentos abastecidos, pero como cualquier ser humano, marcado por
sus dolores físicos y del alma que tatuaron su ser como él hizo con la Villa
Santo Sospir de su amiga íntima Francine Weisweller.
Los momentos que marcaron amargamente la
existencia del “Ángel Eléctrico” pasan por el suicidio de su padre, la “ausencia”
y muerte de su madre, la muerte de nuevo en la persona de su amante más querido
Raymond Raguidet, la muerte de su hijo no nato con la bellísima Natalie Paley,
una Romanov abducida por la intensidad vividora y creadora del autor de “Les
Enfants Terribles”, su muerte por años en su adicción al opio y finalmente, en mi opinión, por la muerte, siempre la
muerte, de su querida amiga Ediff Piaff a la que sobrevivió varias horas con el
sólo objetivo de hacer estallar su corazón definitivamente.
Cocteau no se comprende sin su obra y su
obra no se comprende sin su vida, este dandi de la alta burguesía lo contó
todo, sus amores, sus inquietudes, sus pesadillas, sus adicciones. Su
egocentrismo no nos resulta pedante sino reconfortante, angustiante e iluminador, “La
Dificultad de Ser” puede ser la de cualquiera, ser humano, humanamente humano y
saber hacer poesía de ello es lo que lo diferencia del común de los mortales.
Alfredo Taján, codirector de los cursos de
verano, afirma que Cocteau fue un ser torturado, como cualquier ser
inteligente, el dolor del intelecto nace
de la elaboración del pensamiento, de la búsqueda, de la necesidad de
comprensión del ser, de su ser, viaje que vertebra toda la existencia del autor
de “El Cordón Umbilical” y que acaba el mismo día de su desaparición.
La obra de Jean Cocteau es enorme, una
producción hiperactiva de pinturas, dibujos, poemas, ensayos, obras de teatro,
películas y cualquier medio de expresar su pensamiento poético. Durante las
jornadas en el Hospitalillo, Óscar Carrascosa y Alfredo Taján, en un tándem, a
ratos, de matrimonio viejo, han materializado al que fue amigo de Picasso con
textos, películas, artículos propios y de otros eminentes cocteaunianos.
Es de justicia destacar la conferencia de
la Catedrática Estrella de Diego, que nos dejó a todos impresionados por la
cantidad y densidad del contenido que nos ofreció en poco más de una hora.
Estrella, con la excusa, bien documentada, de tratar “Los Andróginos de Cocteau”
hizo un repaso a las vanguardias y a la aportación del autor de “La Sang D’un
Poète”.
En fin, un rotundo éxito que se completó
con una asistencia numerosa y de gran nivel. Un buen comienzo que ya tiene su
estela dando signos de sí porque hoy empiezan las conferencias del ciclo “Cocteau
Español” que contarán con eminentes ponentes a partir de las 20.00 en el
Hospital Real de la Misericordia, por supuesto, en Marbella, lugar que el
talento creador de los Paneles de la Maroma marbellí, eligió para escribir y
pintar un gran legado que merece ser conocido y asociado a la Ciudad.
Fotografía de Miguel Rodríguez,
Francisco Giménez y mias.
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