lunes, 19 de junio de 2017

Presentación del Cortometraje “Matryoska” en el Museo Ralli de Marbella



    Esta semana se ha presentado en Marbella el cortometraje sobre las grandes actitudes y capacidades del ser humano con el trasfondo de la experiencia espacial rusa. El evento ha estado organizado por tres asociaciones de residentes rusos en la zona y ha contado con la participación del director, productor, asesores y actores, dando lugar a un increíble diálogo en dos idiomas que se prolongó de manera productiva.

    El Museo Ralli cedió sus instalaciones para el cineforum que ha generado esta película. La institución, brillantemente gestionada por Rosa Ruiz y con la colaboración de todo su equipo, no ceja en ser un revulsivo cultural para la ciudad de Marbella. Hace pocos días inauguraron la exposición sobre el artista e intelectual chileno Roberto Matta de la que podrán disfrutar todo este año, así como de la colección permanente que engloba piezas surrealistas y contemporáneas de los artistas más destacados, como Dalí, Chirico, Willfredo Lam, Herman Braun-Vega, Miró, Chagall y muchos otros.

    En esta ocasión el Museo Ralli se ha aliado con varias asociaciones de residentes de origen ruso para mostrarnos un trabajo de colaboración inter-países que ha impresionado, sorprendido y emocionado a todos los espectadores presentes.

    El director de esta cinta es el joven y perseverante Fran Kapilla, un creador que concibe historias, las sitúa en un ambiente ambicioso, cree que todo es posible y la experiencia le da la razón. Kapilla escribió el esqueleto del guion de la cinta, una historia sobre supervivencia, la importancia de las personas que influyen en el desarrollo personal de los niños, la disciplina, el deber, el compañerismo y valores que se encuentran entre las personas que consiguen hazañas nada vulgares. Encima de esto, pensó en situar la historia en un entorno de viajes al espacio, en los años ochenta cuando la agencia espacial rusa trabajaba con la Soyuz, la nave espacial que todavía hoy es base de los más vanguardistas intentos chinos de copar el espacio.

    Pero el joven director de “Las Hijas de Danao” no hizo como algunos cineastas que meten a las falleras en las procesiones de Semana Santa, su rigor y perfeccionismo lo llevó a contactar con expertos de la Sociedad Malagueña de Astronomía, científicos, profesores y hasta la propia agencia rusa cuyos documentos fotográficos sirvieron para recrear la nave en un nivel de realismo que militares de carrera que había en la sala creyeron que se habían rodado en una nave original.

     Todo este trabajo que el jefe de producción José Antonio Álvarez nos relató, no está destinado a la exhibición material, más bien es el material el que da credibilidad a una historia que te mantiene sin respiración los veinticinco minutos que este gran cortometraje dura. La tensión, las imágenes del pasado, la crisis, la resolución y el final se suceden en una contractura de tórax que el espectador vive con gran emoción.

    María Ivanova y Oksana Hrihorash son las actrices que dan vida a las dos cosmonautas: Svetlana y Katyusha. Su papel es angustioso, sus cascos se empañan, su sudor es real y su mensaje de que la mujer puede realizar estos roles aventureros y científicos es muy agradable de disfrutar, en una sociedad que aún concibe menos mujeres que hombres en actividades de gran visibilidad.

    La producción de este corto está trabajando para conseguir fondos y hacer un largometraje con la historia. La comunidad rusa está entregada, porque es importante recordar y poner en valor los hechos importantes en la historia de los países, y la gran inversión que se hizo en URSS en educación, ciencia y especialmente en los viajes espaciales debe quedar como un logro.

    La película hace un gran guiño a las Ciencias Exactas y al Ajedrez, dos fuentes de desarrollo del intelecto humano que tienen mucho que ver con el hilo de la historia. También, como dijimos antes, lo importante que es encontrar grandes ascendientes en la formación de las criaturas.

    El idioma del corto es el ruso, aunque lo pudimos disfrutar subtitulado, ese detalle da más veracidad a la historia y supuso un reto para la mayoría de los actores que tuvieron que aprenderse los diálogos de memoria con la asesoría de rusoparlantes.

    Finalmente, tras la proyección se produjeron las intervenciones del director, el productor, la actriz Oksana Hrihorash, Svetlana Ciliuta como presidenta de una de las asociaciones rusas asistentes y se disfrutó de un diálogo con el público de gran envergadura, sobre cuestiones técnicas, artísticas, de producción, de asesoramiento en las distintas materias y sobre el ambicioso proyecto de realizar un largometraje con la historia base, todo el trabajo realizado y mucho más. 


Trailer





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