Y es que, según Gómez de la Serna "admiraba, quería y respectaba" a Valle-Inclán, un "grandísimo" escritor de la generación del 98, y, una vez fallecido este (en enero de 1936), en los años 40, ya exiliado en Argentina, escribió esta biografía sobre él "un poco fantasiosa, fantasmagórica".
Esta semblanza se basa principalmente en la necesidad que tenía Valle-Inclán de "fantasear sobre sí mismo y de inventar cosas sobre sí mismo".
Para Casablanc, el espectáculo es una "joya" del director Xavier Albertí que resume en poco más de una hora un libro de 200 páginas en "una especie de charla, de conferencia", acompañada de momentos musicales, con canciones "de la época" que cantará por primera vez sobre un escenario, cuplés como la tarántula con las que4 la gente se parte de risa. Destacan también obras de Beethowen, entre ellas la sonata 'La tempestad', que aparece al principio, en determinados momentos y en el final.
En este sentido, el actor ha indicado que la música y el teatro van unidos "de manera irremediable" y "están condenados a vivir siempre juntos", dado que la música "cuenta también la historia" y en el caso de los monólogos "lo hace más digerible". Ha apuntado que era "necesario" que esta obra sobre Valle-Inclán fuera acompañada por música, dado que el dramaturgo era un espectador asiduo al teatro y a los espectáculos musicales, que criticaba en público si no le gustaba.
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