En el entorno de las actividades de difusión cultural que la Asocición de Mujeres Universitarias de Marbella realizan, ayer se celebró en el Centro Cultural del Cortijo Miraflores una conferencia con objetivos didácticos sobre la "Critica Literaria, Distintas Lecturas de un mismo Libro". El encargado de la disertación fue el Doctor Alejandro Pedregosa, autor, director de talleres literarios y persona muy enraizada en los eventos culturales de la ciudad.
La metodología pedagógica fue muy dinámica, primeramente, el ponente nos esbozó la función de la crítica literaria primigenia, osea, la dotación de herramientas objetivas para analizar los textos, de forma que fuésemos capaces de resolver sobre su calidad o no. Nos habló de los peligros de las normas academicistas de tal manera que autores geniales como Joyce o Cortázar fueron denostados en un principio por no cumplir esas estructuras consideradas por la crítica como valiosas.
Para la consideración de una obra es muy importante la visión de la Historia de la Literatura que hemos estudiado en el colegio, ese conocimiento nos va a predisponer a la hora de valorarla, nos va a llenar de expectativas, va a conformar un prejuicio, mejor o peor, sobre el autor y su producción. Este elemento también es significativo a la hora de la comparación que se produce con nuestra propia apreciación estética, de forma que puede que colme nuestras esperanzas o no tanto, eso dependerá de otros elementos que forman el prejuicio que son de carácter cultural y experiencial, el intertexto que todos llevamos dentro.
El autor, que el próximo jueves presentará su nuevo libro "A Pleno Sol" en el mismo escenario a las 8 de la tarde, el autor, repito, hizo un repaso a las teorías que han marcado pauta a lo largo de los años en relación con la Crítica Literaria: Objetivismo/Subjetivismo, las teorías de formalismo rusas, el Estructuralismo, la Socioliteratura que tiene en cuenta el entorno socio-histórico, la Decostrucción y finalmente la crítica feminista, que como Alejandro muy bien comentó, no se trata de que "mujeres feas se lancen en manifestación para pedir ser hombres", la Crítica Feminista nos abre caminos y puntos de vista diferentes, como imaginarse "El Quijote" desde el punto de vista de Dulcinea y comprender la sociedad de la época por los roles y actitudes de las féminas de las obras.
Finalmente y como un juego genial, Pepo, casí lo llaman sus amigos, nos leyó "Verde que te quiero Verde" de Lorca y estuvimos analizando el juicio que nos merecía teniendo en cuenta que es un poema estudiado en la escuela, de un autor reconocido, que ha sido cantado.... Posteriormente nos recitó otro menos famoso "Gacela de amor imprevisto", lógicamente nuestra expectativas eran más pequeñas pues no teníamos un prejuicio sobre él. Fue cuando el conferenciante nos habló sobre el autor, su homosexualidad, que en esos momentos estaba enamorado de un hombre moreno con rizos en la frente y que lo abandonó, de repente la semántica sumada a la forma poética adquirió una entidad superior a la suma de ambas. Todos en la sala compartimos un momento mágico cuando la declamó por segunda vez.
Enhorabuena a Alejandro Pedregosa ha sido una magnífica clase, mucho más que magistral, rozando la excelencia por el ingenio y mi reconocimiento a las personas de nuestra Asociación que han conseguido organizar semejante evento.
Ana E.Venegas
Nadie comprendía el perfume
de la oscura magnolia de tu vientre.
Nadie sabía que martirizabas
un colibrí de amor entre los dientes.
Mil caballitos persas se dormían
en la plaza con luna de tu frente,
mientras que yo enlazaba cuatro noches
tu cintura, enemiga de la nieve.
Entre yeso y jazmines, tu mirada
era un pálido ramo de simientes.
Yo busqué, para darte, por mi pecho
las letras de marfil que dicen siempre.
Siempre, siempre: jardín de mi agonía,
tu cuerpo fugitivo para siempre,
la sangre de tus venas en mi boca,
tu boca ya sin luz para mi muerte.
Federico García Lorca
Gacela del amor imprevisto
Nadie comprendía el perfume
de la oscura magnolia de tu vientre.
Nadie sabía que martirizabas
un colibrí de amor entre los dientes.
Mil caballitos persas se dormían
en la plaza con luna de tu frente,
mientras que yo enlazaba cuatro noches
tu cintura, enemiga de la nieve.
Entre yeso y jazmines, tu mirada
era un pálido ramo de simientes.
Yo busqué, para darte, por mi pecho
las letras de marfil que dicen siempre.
Siempre, siempre: jardín de mi agonía,
tu cuerpo fugitivo para siempre,
la sangre de tus venas en mi boca,
tu boca ya sin luz para mi muerte.
Magnífico resumen de una buenísima charla.Gracias Ana.
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