martes, 28 de mayo de 2013

“EL INFIERNO DE GABRIEL”de Sylvain Reynard

    Esta es una novela romántica, así la han catalogado, una novela romántica donde un señor culto, rico y con problemas de conciencia, hace el favor de “querer” a una mujer más joven, de menos nivel social y “virtuosa". Tanto la portada del libro como la intención que subyace parecen avanzar un argumento de emociones fuertes. Mi sensación es que Mortadelo y Filemón elevan más los niveles de adrenalina que este folletín.
    He de confesar que la novela romántica “per sé”, donde el tira y afloja de si tienen sexo como culminación de un amor escandalosamente superlativo en comparación de lo que podemos sentir los demás mortales me parecen una majadería, sobre todo y especialmente si consumen mi tiempo en 620 insufrible páginas sin consolidar ni un sólo orgasmo.
    Dicho esto, he de admitir que las citas de Dante, John Donne, Shakespeare o Milton me han alegrado un poco el tocho superfluo. Sin embargo, me he dado cuenta que están utilizadas en el mismo orden que se estudian en los libros de texto de literatura inglesa. En mi opinión, el autor ha pensado en darle un poco de fondo culto y todo el trabajo de documentación lo ha hecho con un libro de “high school”. Y además con errores como que en “The Flea”, la pulga de Donne, la picadura del insecto es la pérdida de la virginidad, eso cuenta Reynard y eso es no haber estudiado en profundidad estos versos. Éste es un poema metafísico y uno no se puede quedar en lo superficial. La picadura de la pulga es un “conceipt”, una metáfora complicada,  que articula todo el poema para convencer a la mujer de mantener relaciones sexuales y significa el lecho de amor, el momento en que los dos cuerpos con sus almas consuman el culmen del deseo, de hecho el poeta no sólo habla de que la pulga le pica a ella, sino que también le pica a él, siendo muy difícil que el profesor perdiera la virginidad después de los aires de amante desaforado que se da.

    Gabriel pretende que Julia deje de verse con su amigo Paul, está obsesionado con que coma , se vista y lleve los bolsos que él considera apropiados. ¿Os recuerda a algo? Por “Putatis” que éste ha bebido en las mismas fuentes que el protagonista de “Las Sombras de Grey”. En las fuentes de un señor que se considera superior, al que dar las gracias por amarnos, que a poco que te dejes, nosotras, las mujeres, podemos hasta creérnoslo, que se impone y que te hace sentir insegura, se te caen las cosas, sientes que no vales nada, que hace que cambies tus actitudes, que te modela, donde la mujer se siente feliz y realizada sólo y únicamente cuando este ser muestra satisfacción.
    Esta maquiavélica idea es la que subyace en el abuso psicológico, despertad mujeres del mundo. No creáis que esto es lo normal, ni lo que está bien, no fantasead con este tipo de relaciones, los buenos compañeros, compañeras y compañeros, son los que te admiran como eres, te respetan, te ayudan y si se tiene que producir un cambio que sea el de la evolución del crecimiento mutuo.
    Me han resultado totalmente insufribles las largas disertaciones sobre la virtud de Julia, centrando tal mérito en no haber tenido relaciones sexuales con anterioridad, o sea que si has superado una enfermedad pese al sufrimiento, si has criado a 5 hijos sin ayuda de su padre, si has superado una carrera universitaria con una discapacidad visual, si has estado de misionera en Mozambique cuidando a enfermos de SIDA o si has levantado este país con tu trabajo y tus impuestos, no eres virtuosa al menos que mantengas tu himen.
    El desprecio que Gabriel siente por las mujeres con las que ha mantenido sexo es de psiquiatra, el poco respeto es intolerable, llega a decir “…uno no se folla un ángel…”, entonces a quién? Qué lío tiene este autor en la cabeza, a sus juegos sexuales les llama pecado y por más que leo no encuentro nada que me escandalice más que su verbo. En otro pasaje dice Julia “… por desgracia, no es la primera vez que una mujer quiere ligar conmigo…”, y yo me pregunto: ¿Cuál es la desgracia? Si te gusta consientes y si no, a aceptarlo como adultos. En otra dice que él está con otras mujeres porque es un hombre y necesita compañía, nos demuestra el perfil completo de machista obtuso. Y la última, no del libro, que hay muchas más, si no de las que voy a comentar, escribe “cuando la desflore será una mujer”, o sea, que si él no mete su cosita en la otra cosita, esa señora o cualquier otra no tiene identidad sexual, ni madurez, ni carácter, ni personalidad, ni valor, ni aplomo. Gracias Gabriel, por hacernos mejores…….!!!!
     Por más que lo repita y lo repitan otros, yo, como mujer segura de mí misma, en plena posesión de mis facultades mentales,  no voy a dejar de disfrutar de mi cuerpo serrano, según me plazca y os aconsejo que vosotras y vosotros también gocéis, “no hagáis nada que yo no hiciera”, esa es una de mis frases preferidas, mientras no se le haga daño a nadie, nato o nonato, en mi opinión estamos aquí para apurar el regalo de la vida.
    Lo único que me hizo mantener el suspense es el misterio de lo que ocurrió la primera noche en la que él destroza la casa de su familia adoptiva, agrede a su hermano y posteriormente la deja sola durmiendo en el bosque. Sin embargo el suflé se me deshincha cuando recurre a la explicación de que estaba bajo los efectos del alcohol y la cocaína.
    Por cierto, otra incoherencia: Una persona que se ha desenganchado de la cocaína no puede beber alcohol, ni tomar otras drogas y es desaconsejable ir a ese tipo de locales que Gabriel frecuenta. El alcohol desinhibe y tras unos tragos, lo de meterte una raya es cuestión de tiempo, ya que piensas que sólo será una vez y mañana ya no lo harás, que no tiene importancia, que lo hace mucha gente en ese ambiente y que por eso nadie se va a morir.
    En definitiva, conmigo no contad para leerme la segunda parte, ya he tenido suficiente con 620 páginas para conseguir el primer coito. Se están editando libros muy buenos y en caso de carestía, ahí tenemos la historia de la literatura, plagada de genialidades, no me va a faltar algo con calidad para leer.
 Ana E.Venegas
   
    
   
   





1 comentario:

  1. Ja, ja... Ana,eres la monda. Lo que no sé es cómo has conseguido llegar a la última página con tal desmotivación que arrastrabas con esta lectura. Tus comentarios sobre la admiración del personaje por la no pérdida de la virginidad de su amada me han resultado claramente impactantes y tronchantes a la vez. Un abrazo

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