Esta es una novela
romántica, así la han catalogado, una novela romántica donde un señor culto,
rico y con problemas de conciencia, hace el favor de “querer” a una mujer más
joven, de menos nivel social y “virtuosa". Tanto la portada del libro como la intención que subyace parecen avanzar un argumento de emociones fuertes. Mi sensación es que Mortadelo y Filemón elevan más los niveles de adrenalina que este folletín.
He de confesar que
la novela romántica “per sé”, donde el tira y afloja de si tienen sexo como
culminación de un amor escandalosamente superlativo en comparación de lo que
podemos sentir los demás mortales me parecen una majadería, sobre todo y
especialmente si consumen mi tiempo en 620 insufrible páginas sin consolidar ni un sólo orgasmo.
Dicho esto, he de
admitir que las citas de Dante, John Donne, Shakespeare o Milton me han
alegrado un poco el tocho superfluo. Sin embargo, me he dado cuenta que están
utilizadas en el mismo orden que se estudian en los libros de texto de
literatura inglesa. En mi opinión, el autor ha pensado en darle un poco de fondo culto y
todo el trabajo de documentación lo ha hecho con un libro de “high school”. Y
además con errores como que en “The Flea”, la pulga de Donne, la picadura del
insecto es la pérdida de la virginidad, eso cuenta Reynard y eso es no haber
estudiado en profundidad estos versos. Éste es un poema metafísico y uno no se
puede quedar en lo superficial. La picadura de la pulga es un “conceipt”, una
metáfora complicada, que articula todo
el poema para convencer a la mujer de mantener relaciones sexuales y significa
el lecho de amor, el momento en que los dos cuerpos con sus almas consuman el
culmen del deseo, de hecho el poeta no sólo habla de que la pulga le pica a
ella, sino que también le pica a él, siendo muy difícil que el profesor
perdiera la virginidad después de los aires de amante desaforado que se da.
Gabriel pretende que Julia deje de verse con su amigo Paul, está obsesionado con que coma , se vista y lleve los bolsos que él considera apropiados. ¿Os recuerda a algo? Por “Putatis” que éste ha bebido en las mismas fuentes que el protagonista de “Las Sombras de Grey”. En las fuentes de un señor que se considera superior, al que dar las gracias por amarnos, que a poco que te dejes, nosotras, las mujeres, podemos hasta creérnoslo, que se impone y que te hace sentir insegura, se te caen las cosas, sientes que no vales nada, que hace que cambies tus actitudes, que te modela, donde la mujer se siente feliz y realizada sólo y únicamente cuando este ser muestra satisfacción.
Esta maquiavélica
idea es la que subyace en el abuso psicológico, despertad mujeres del mundo. No
creáis que esto es lo normal, ni lo que está bien, no fantasead con este tipo
de relaciones, los buenos compañeros, compañeras y compañeros, son los que te
admiran como eres, te respetan, te ayudan y si se tiene que producir un cambio
que sea el de la evolución del crecimiento mutuo.
Me han resultado
totalmente insufribles las largas disertaciones sobre la virtud de Julia,
centrando tal mérito en no haber tenido relaciones sexuales con anterioridad, o
sea que si has superado una enfermedad pese al sufrimiento, si has criado a 5
hijos sin ayuda de su padre, si has superado una carrera universitaria con una
discapacidad visual, si has estado de misionera en Mozambique cuidando a
enfermos de SIDA o si has levantado este país con tu trabajo y tus impuestos,
no eres virtuosa al menos que mantengas tu himen.
El desprecio que
Gabriel siente por las mujeres con las que ha mantenido sexo es de psiquiatra,
el poco respeto es intolerable, llega a decir “…uno no se folla un ángel…”,
entonces a quién? Qué lío tiene este autor en la cabeza, a sus juegos sexuales
les llama pecado y por más que leo no encuentro nada que me escandalice más que
su verbo. En otro pasaje dice Julia “… por desgracia, no es la primera vez que
una mujer quiere ligar conmigo…”, y yo me pregunto: ¿Cuál es la desgracia? Si
te gusta consientes y si no, a aceptarlo como adultos. En otra dice que él está
con otras mujeres porque es un hombre y necesita compañía, nos demuestra el
perfil completo de machista obtuso. Y la última, no del libro, que hay muchas
más, si no de las que voy a comentar, escribe “cuando la desflore será una mujer”,
o sea, que si él no mete su cosita en la otra cosita, esa señora o cualquier
otra no tiene identidad sexual, ni madurez, ni carácter, ni personalidad, ni
valor, ni aplomo. Gracias Gabriel, por hacernos mejores…….!!!!
Por más que lo
repita y lo repitan otros, yo, como mujer segura de mí misma, en plena posesión
de mis facultades mentales, no voy a
dejar de disfrutar de mi cuerpo serrano, según me plazca y os aconsejo que vosotras
y vosotros también gocéis, “no hagáis nada que yo no hiciera”, esa es una de
mis frases preferidas, mientras no se le haga daño a nadie, nato o nonato, en
mi opinión estamos aquí para apurar el regalo de la vida.
Lo único que me
hizo mantener el suspense es el misterio de lo que ocurrió la primera noche en
la que él destroza la casa de su familia adoptiva, agrede a su hermano y
posteriormente la deja sola durmiendo en el bosque. Sin embargo el suflé se me
deshincha cuando recurre a la explicación de que estaba bajo los efectos del
alcohol y la cocaína.
Por cierto, otra
incoherencia: Una persona que se ha desenganchado de la cocaína no puede beber
alcohol, ni tomar otras drogas y es desaconsejable ir a ese tipo de locales que
Gabriel frecuenta. El alcohol desinhibe y tras unos tragos, lo de meterte una
raya es cuestión de tiempo, ya que piensas que sólo será una vez y mañana ya no
lo harás, que no tiene importancia, que lo hace mucha gente en ese ambiente y
que por eso nadie se va a morir.
En definitiva,
conmigo no contad para leerme la segunda parte, ya he tenido suficiente con 620
páginas para conseguir el primer coito. Se están editando libros muy buenos y
en caso de carestía, ahí tenemos la historia de la literatura, plagada de genialidades,
no me va a faltar algo con calidad para leer.
Ana E.Venegas
Ja, ja... Ana,eres la monda. Lo que no sé es cómo has conseguido llegar a la última página con tal desmotivación que arrastrabas con esta lectura. Tus comentarios sobre la admiración del personaje por la no pérdida de la virginidad de su amada me han resultado claramente impactantes y tronchantes a la vez. Un abrazo
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