Esta semana hemos disfrutado en Marbella del ciclo sobre Jean Cocteau ‘El Cordón Umbilical. Cocteau en Marbella 1961’. Los eventos se han desarrollado en el Cortijo Miraflores, organizado por la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de Marbella y con la asistencia de renombrados intelectuales que nos han hecho apreciar en profundidad el vasto y heterodoxo trabajo del genio vanguardista.
El
ciclo se inició el martes 6 con la conferencia “El cordón umbilical: un diario
agónico”, fue ofrecida por Alfredo Taján, escritor y poeta, actual director del
Instituto Municipal del Libro de Málaga. El acto lo presentará Carlos Pranger,
de la Editorial Confluencia, con la charla titulada “Las razones de un título”.
Durante esta sesión los ponentes presentaron el libro que da nombre al ciclo “El Cordón Umbilical”, obra escrita en
una de las estancias del autor en Marbella y que esta erudita editorial ha
tenido la formidable idea de dar pábulo con prólogo del propio Taján.
La sesión del Miércoles, 7, “Dosopinionesdos”:
“Cocteau en Marbella, la tertulia de Ana de Pombo” estuvo a cargo de Germán Borrachero y Óscar Carrascosa. Los conferenciantes
hicieron memoria sobre la llegada de un grupo de intelectuales y “seres
modernos” a Marbella provenientes de la permisiva Tánger, se emplazaron en los
aledaños del Marbella Club y atrajeron a otros genios como Jean Cocteau, las
anédotas, las orgías, la juergas gay, las poses cineasticas, la provocación,
los efluvios del opio se hicieron convecinos de los habitantes de Marbella que
se dedicaban a la huerta, la mina, las cosas de la mar y el incipiente turismo.
Ese mismo día se proyectó un documental dirigido por el propio artista donde nos mostraba la maravillosa decoración mural que realizó para la casa de su amiga Francinne en Villafrânche en el sur de Francia y a escasos kilómetros de Mónaco: “El misterio de Santo-Sospir”.
Finalizó el jueves 8, con la conferencia “La machine infernale:
Cocteau y los mitos griegos” a cargo de Luis Alberto de Cuenca, poeta,
ensayista, columnista, crítico, editor literario e investigador, académico de
la Real Academia de la Historia. El autor que también lo fue de “Caperucita
Feroz” de la Orquesta Mondragón, allá por los años de la movida, nos deleitó
con un estudio sobre la necesidad del estudio de los clásicos, en especial los
griegos, de donde Cocteau extrajo la fuente y la musa de muchas de sus
pinturas, sus obras de teatro, películas y poemas.
Impecable entrada.Gracias Ana.
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