Nos encontramos ante una novela
de suspense con todos los ingredientes del género, bien construida, que
mantiene el suspense y con la que se pueden pasar ratos entretenidos.
Daniel Vartanian es un oficial de homicidios con una historia
desgraciada y criminal dentro de su familia, al parecer esta trama de un
hermano malvado y asesino en serie es desarrollada en un libro anterior de Karen
Rose, “Muere para Mí”. Es un policía íntegro, perseverante y una buena persona.
Daniel se debe trasladar a su pueblo de origen, donde sucedieron tan
macabros hechos en su familia con motivo de la resolución de un asesinato. A
partir de ahí la autora consigue ir sacando del saquito de los temas propios
del género negro, uno por uno, todos las topicazos que pudieran o pudiesen ser
objeto de una trama: asesinatos en serie, imitadores,desapariciones, drogas,
tráficos de órganos, corrupción policial, degradación de la sociedad
conservadora… Al igual que hace con los temas personales, llegando a una
relación amorosa con la hermana de una desaparecida, convertida en coprotagonista
Alex Fallon, se hacen cargo de una niña traumatizada por el secuestro de su
madre, que no puede hablar, mientras una prima que es psicóloga es aprovechada
para introducir tipos de intervención psicológica.
La estructura de la obra hace que mantengas la curiosidad, el suspense,
es gracias a eso que se soportan más de 700 páginas de una historia que un
productor de televisión finiquitaría en lo que dura un episodio de “Catle”. En
mi opinión es rizar el rizo mucho de tal manera que se sobredimensione una obra
que por su propia temática, léxico y falta de apoyos bibliográficos, no debe
tener pretensiones de gran obra. Es un libro para entretener y cuando llevas
250 páginas ya lo has entendido, todo lo más es seguir echando especias al
guiso después de estar ya cocinado.
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