En esta ocasión ha sido mi amiga Toñí, compañera del instituto, con la que me he reído lo más grande, la que me ha acercado a esta película.
Ya pasados los años, experiencias más buenas, más dolorosas, es un regalo, tener amigos de cuando era "chavalilla". En fin a la peli, que me enrollo:
El Doctor Wyne Dyer es un psicólogo reputado y escritor estadounidense de libros de autoayuda.
Este film con argumento, mediana calidad cinematográfica y claro objetivo divulgativo, nos acerca a su filosofía del cambio, en un momento cumbre de nuestra vida donde dejamos de pensar que soy lo que tengo, lo que hago o lo que dicen los demás de mí, dejando el ego aparte, dejando fluir la vida, sin empujarla, sin interferir, viviéndola, siendo flexible y sabiendo que ni se puede ni se debe controlar todo.
Amén de tus creencias religiosas, si es que tienes alguna, la película te enseñará a ser más feliz, relativizando, priorizando, comprendiendo o no, fluyendo en la vida, permitiendo que pasen las cosas, no sea que te pase como a Iván Ilich de Tólstoi que tras una vida desgraciada de exigencia se preguntó en su lecho de muerte "y si toda mi vida ha sido un error?", pues ya no tiene remedio Illich ¡picha!
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