Como es voz
populi, Ana Botella, alcaldesa de Madrid, dio un discurso a los miembros de COI con
motivo de su candidatura a ser sede olímpica en el 2020 que pasará a la
historia por las críticas que ha suscitado y porque viene al pelo para
ridiculizar las ideas megalomaníacas de una ciudad que creyó que en política
con hacer los proyectos con excelencia era suficiente, ¡con la de intereses que
hay creados en esa cueva de aristócratas no elegidos democráticamente!
Primeramente me gustaría “echar un capote” a
la ponente, la pronunciación era medianita, yo no puedo decir que la mía sea mejor,
empecé a estudiar inglés con 38 años y hay estructuras mentales que son muy
difíciles de cambiar. Según Fernanda González de Cobos, licenciada en Filología inglesa y directora de la escuela oficial de idiomas de Marbella: "hay muchas cosas que la "pobre", porque hizo un esfuerzo brutal, hizo mal. Se ve que no sabe muy bien lo que está diciendo, lo ha aprendido de memoria. Las pausas suenan artificiosas, la entonación es española y además hay un montón de sonidos y de palabras que pronuncia mal, en especial las terminaciones consonánticas finales".
Aunque de notable acento español, el mensaje era fácilmente entendible, incluso por un nativo inglés, con buena voluntad, de esa disposición que nosotros mostramos cuando nos preguntan dónde está el “centa” y entendemos centro. La gramática también fue casi correcta, entonces, ¿porqué sonaba tan extraño?
Aunque de notable acento español, el mensaje era fácilmente entendible, incluso por un nativo inglés, con buena voluntad, de esa disposición que nosotros mostramos cuando nos preguntan dónde está el “centa” y entendemos centro. La gramática también fue casi correcta, entonces, ¿porqué sonaba tan extraño?
En mi actitud por sacar algo positivo de este tipo de momentos, he oído varias veces el discurso,
sacado conclusiones, como que la Sra. Botella estaba alterada, incluso
estuvimos haciendo bromas de si se había comido una “seta”. Lo que resultaba
anacrónico era la entonación, el lenguaje no verbal, como dos tonos por encima de lo aconsejado. Hubo
un momento en que me sentí intrigada porque notaba que era incapaz de poner
nombre a esa apreciación.
Fue cuando escribí
a Garbiñe Larrazábal, la presidenta de AMUM, la Asociación de mujeres
universitarias de Marbella, neoyorquina de nacimiento y profesora de lengua
inglesa en Deusto por más de 30 años. La experta confirmó que no era tan grave
la pronunciación ni la gramática para el entendimiento del discurso, de hecho
muchos españoles, muchísimos que hemos aprendido inglés de mayores, lo hablamos de forma parecida. Además de apreciar el esfuerzo de que el discurso no
lo leyera, se lo aprendió de memoria, aportó que el problema era la puesta en
escena, había preparado tanto la naturalidad que resultó excesiva, “no parecía ella misma”.
¡Qué gran
aportación Garbiñe! tienes toda la razón, la cuestión es que Ana Botella sonaba
como si declamara una obra en el teatro Calderón y claro estaba
fuera de lugar.
De todas formas, tanto para la alcaldesa como para todos los que estamos en el camino de
aprender inglés, “keep doing it", seguid, sigamos, que no nos preocupe que se
rían de nosotros, luego cuando viajamos fuera, los que hacemos amigos,
aprovechamos oportunidades y solucionamos problemas somos los que nos
comunicamos de forma efectiva. Y a los políticos, a ver si pensamos con la cabeza,
que luego dejamos al país en ridículo por ahí, ¿No hubiera sido mejor hablar la
lengua de Cervantes?, ¡Ay,Alma de cántaro!
Ana E.Venegas
Excelente Ana!!! y estoy de acuerdo contigo, creo que en su caso hubiera sido mejor hablar en la lengua de Cervantes, de por si, ya estaría nerviosa al tener que defender la candidatura de España como para añadir el estrés de hablar en un idioma que aun no domina.
ResponderEliminarUn abrazo
Me parece una aportación muy sensata, como tú eres, no así tus relatos que son de alto voltaje erótico, ay! lo que encierra tu cuerpo Elízabeth.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con vuestras observaciones a este ridículo caso de prepotencia. Lo que resultaba aún más ridículo en el discurso y que nos hace reír a carcajadas es el tono seductor totalmente fuera de lugar. Es obvio que debería haber hablado en castellano
ResponderEliminarTuve todo el tiempo la impresión de que se dirigía a una guardería. ¿No es así como se le cuenta un cuento de suspense a los críos?
ResponderEliminarIgual nos estamos confundiendo... Jajajajaja