De un
tiempo esta parte estamos asistiendo a un nuevo paradigma de comportamiento,
nos esforzamos por aprender habilidades sociales, hacemos talleres y comprendemos
los beneficios del control de los impulsos y de los pensamientos.
La
verdad es que ya era hora, el daño que ha hecho el Psicoanálisis es tremendo,
nos hemos empeñado en escarbar en nuestro pasado, metiendo el dedo en la llaga
hasta darnos permiso, tener motivos para ser débil y desgraciado.
Ahora
se imponen nuevos tiempos, en mi opinión mucho más prácticos, está claro que
las personas tenemos un “background” que nos ha traído hasta aquí, ha
conformado nuestros aprendizajes, creado nuestros temores, el estado de nuestra
autoestima pero llegados a este puntos tenemos libre albedrío, tú eliges ser un
egocéntrico, quejicoso, que se autocompadece y demanda atención o por el
contrario decides vivir la aventura de la vida en positivo.
Decía
Jean Paul Sartre, uno de los más brillantes pensadores del siglo XX, que “un
hombre es lo que hace con lo que han hecho de él”, así de sencillo, llega un
día en que se puede tomar las riendas de la vida, tomar la iniciativa para
conocerte, comprenderte, controlar la respiración, controlar la postura,
controlar los pensamientos, esforzarte, hacerte fuerte en el dolor, resistente
en la enfermedad, habilidoso en la discapacidad, superar las frustraciones,
llega un momento en que el ser humano tiene libertad para decidir si quiere ser
feliz o no, la persona es más poderosa cuanto más se controla.
En la
actualidad contamos con estupendos profesionales, educadores sociales,
psicólogos, que te ayudarán a desarrollar
esas habilidades que no aprendimos la mayoría de pequeños, las que nos
permitirán mejorar nuestra autoestima, desenvolvernos con asertividad, aprender
cómo reaccionan los demás porque nadie tiene una vida perfecta mediante la
empatía, poniéndonos en el lugar del otro, comprendiendo porqué alguien parece
enfadado, o maleducado, o va muy rápido o muy lento con el coche.
En
fin, se abre una nueva perspectiva de comportamiento, más descomplicada, más
dirigida a la felicidad, a la tolerancia, la comprensión, al razonamiento, en
la que haremos una parada de pensamiento para analizar la situación que nos ha
enervado, para valorar las causas y las consecuencias de nuestras reacciones,
para controlar nuestros pensamientos, nuestra respiración y dejemos pasar los
acontecimientos por nuestra vida sin que se nos queden pegados los sentimientos
negativos que en un principio nos producen,
para que nuestros feedbacks sean
satisfactorios y podamos acabar con una sonrisa, sonriamos, entrenemos la risa, démonos permiso para rebajar tensiones. El poder está en nosotros, tanto para crear como para destruir, para comprender o para juzgar, para hundirse o levantarse, nosotros somos responsables, como decía Sartre, de lo que hacemos con nosotros mismos, cada uno decide..., mi objetivo lo tengo claro, ser feliz, toda una declaración de intenciones, implica una actitud en la vida.
Ana E.Venegas
Magnificio articulo, no hay nada mejor en esta vidad, que nutrirse de todas las habilidades y conocimientos para ser feliz.
ResponderEliminarGracias Ana.