es uno de esos hombres que mi padre
admiraba y a poco que se le conozca se comprende digno de admiración por
cualquiera de nosotros. Hoy lo traigo a mi publicación como artesano del papel,
con el que hace objetos bellísimos que expone por toda España, siempre en su
estado de generosidad.
Manuel nació en Galicia, sin embargo, muy joven tuvo que abandonar su tierra natal para ir a Madrid, a un Colegio de la ONCE, ya que había perdido el sentido de la vista al manipular una bomba que encontró mientras jugaba.
Muy jovencito
vino a Ubrique para hacerse cargo de la dirección de la agencia de la
Organización Nacional de Ciegos en mi querido pueblo. Desde entonces se ha
convertido en una personalidad atemporal, ni los vaivenes políticos ni las
modas sociales han restado significación a este hombre admirado por todos por
sus cualidades humanas, su cultura, su labor, su ejemplo y por una simiente en
forma de hijos “buenas personas” que son ubriqueños sin tacha.




Todas sus
creaciones son magníficas, sin embargo, para mí, la que más valor sentimental y
estético tiene es el lapicero realizado con teselas de papel Braille reciclado
que tengo en el escritorio de mi despacho, este material además debe ser
barnizado y consigue una consistencia estable propia de la madera.
Larga vida al
artista, que además imparte talleres de origami a jóvenes mientras realiza
exposiciones por la geografía española especialmente en las dependencias
culturales de Ubrique.
Ana E.Venegas
Ana E.Venegas
Precioso. Gracias Ana. Me emociona el cariño y el respeto hacia mi padre que transmites. Besos.
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