lunes, 10 de noviembre de 2014

D. Manuel Pérez Trastoy, maestro del origami,

 es uno de esos hombres que mi padre admiraba y a poco que se le conozca se comprende digno de admiración por cualquiera de nosotros. Hoy lo traigo a mi publicación como artesano del papel, con el que hace objetos bellísimos que expone por toda España, siempre en su estado de generosidad.



    Manuel nació en Galicia, sin embargo, muy joven tuvo que abandonar su tierra natal para ir a Madrid, a un Colegio de la ONCE, ya que había perdido el sentido de la vista al manipular una bomba que encontró mientras jugaba.

    Muy jovencito vino a Ubrique para hacerse cargo de la dirección de la agencia de la Organización Nacional de Ciegos en mi querido pueblo. Desde entonces se ha convertido en una personalidad atemporal, ni los vaivenes políticos ni las modas sociales han restado significación a este hombre admirado por todos por sus cualidades humanas, su cultura, su labor, su ejemplo y por una simiente en forma de hijos “buenas personas” que son ubriqueños sin tacha.

    En la actualidad está retirado de su función directiva pero sigue tocando acariciando su piano y sobre todo, sigue en su actividad artística-artesana de papiroflexia, mediante la que hace objetos bellísimos y divertidos, desde un camión a joyeros delicados, desde una lámpara a un armario con sus cajones.

    La técnica que desarrolla el maestro es la de las teselas, D. Manuel utiliza distintas cartulinas y papel reciclado Braille que es más grueso que el normal, para que se queden marcados los punto, corta tiras, ha inventado artilugios con los que controla sus proporciones utilizando el sentido del tacto, que como vemos es un sentido poco valorado por los que tenemos resto visual o son videntes.
   
    Con estas tiras desplegada va realizando las teselas o losetitas, de distintas formas que conforman su trabajo, el resultado es espectacular. Yo he tenido la fortuna de ser obsequiada con algunos de estos objetos y me han parecido tan hermosos que algunos los he dejado en el salón junto a obras de arte de artistas a los que también admiro.

    Todas sus creaciones son magníficas, sin embargo, para mí, la que más valor sentimental y estético tiene es el lapicero realizado con teselas de papel Braille reciclado que tengo en el escritorio de mi despacho, este material además debe ser barnizado y consigue una consistencia estable propia de la madera.

    Larga vida al artista, que además imparte talleres de origami a jóvenes mientras realiza exposiciones por la geografía española especialmente en las dependencias culturales de Ubrique. 

Ana E.Venegas








1 comentario:

  1. Precioso. Gracias Ana. Me emociona el cariño y el respeto hacia mi padre que transmites. Besos.

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