
La obra ha sido escrita por
Miguelg. León y su escenificación a cargo de Jesús Román no nos puede dejar
indiferentes. La evidencia de una grave perturbación mental, la asfixia de la
imagen pública sobre el ser interior se hace superlativa si tu personaje es una
diva de éxito y tu yo, es un pobre diablo que nadie conoce ni quiere conocer.
El texto lleva al actor a
estar en un continuo y bipolar estado de ánimo donde se suceden momentos de
intensidad tal que suspenden la respiración, el público se mostraba
impresionado, aterrado en ocasiones, la tragedia humana y sus dolorosas
consecuencias no nos son ajenas a un metro de distancia, entre lamentos, gritos
y reflexiones obsesivas.

Ésta ha sido otra gran
aportación de Francis Guzmán, alma mater de la Polaca, mente inquieta y
emprendedora, que invierte en cultura y creatividad lo que el pueblo de
Marbella en su sabiduría invierte en su reconocimiento. La obra se representó
en la segunda planta del singular establecimiento de restauración, taberna o “colmao”,
como más le gustaría a su propietario, en la sala homenaje al gran artista, al
histriónico Raphael, junto a esa otra que nos da tantas alegrías y donde
bailamos músicas de los 70-80-90 según le vaya apeteciendo a su “pinchaó”, el
propio Guzmán.


Fotos: Fco. Jiménez y cartelería oficial

¡Excelente actuación y excelente resumen de lo que vivimos y sentimos anoche al presenciar esta maravillosa obra!
ResponderEliminarGracias por invitarme amiga, lo pasé genial
Un abrazo