El
pasado viernes la calle San Antonio de Estepona se inundó de personas movidas
por la expectación de la reapertura de la Huber Platform, esta vez en el centro
neurálgico de la ciudad y con su tradicional visión de lugar de encuentro de
artistas y de amantes de las artes.
Gabrielle Reimann, su alma mater reubica la
ya conocida Plataforma de Arte donde se exhibían las obras más creativas y
divergentes a la par que acogía una serie de artistas que convivían y
desarrollaban sus inquietudes.
En la actualidad, Reimann se ha decantado
por un lugar más céntrico, más accesible, más imbricado en el alma de Estepona
y el bello pueblo de la Costa del Sol lo ha sabido aprovechar, en la
inauguración no cabía un alfiler, el alcalde José María García Urbano,
conocidos artistas, amigos de la Huber, vecinos y trasladados de otros lugares
convergimos en un espacio moderno a la par que respetuoso con la estética de
pueblo mediterráneo.
La Huber ha abierto con una exposición de
abstractos de una pareja alemana, un combate entre expresionismo abstracto de
Pollock y las manchas turquesas de Santiago Picatoste, salvando las distancias.
La verdad es que nos hubiera gustado una exposición del genial artista gaditano
afincado en Estepona José Miguel Quiñones, sin embargo, por algún lugar hay que
empezar y la exposición fue la excusa para un evento cultural de altura, por el
proyecto y por los asistentes a ella. Larga Vida a la Huber!!!
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