En la tarde de ayer se pregonó la Feria del
Libro de Marbella en la sede de la UNED, el Hospital Real de la Misericordia.
Este edificio acogió a la llamada más original de cuantas se han hecho para disfrutar
y participar de todas las actividades que desde el 19 de julio al 18 de agosto
se realizarán en nuestra ciudad para celebrar el pasado el presente y el futuro
del libro, la ventana a todos los mundos imaginables.
La pregonera de este acto fue la
periodista, poeta, rapsoda, amante del arte contemporáneo, mujer muy leída y
viajada, comprometida y reflexiva, Concha Montes. La mise en scène tuvo mucho
de emociones y de simbología, de proyecto y poco de egolatría personal, porque
conociendo a Concha podría haber estado hasta el pregón del año que viene enumerando
títulos, comentando con voz engolada las lecturas que han llenado su vida, cómo
las elige porque es consciente de que no va a ser posible leer todo lo que
merece la pena en una sola vida o cómo las subraya, hace anotaciones, o copia
frases. Porque no se entiende la vida de la pregonera sin los libros y ha leído
muchos, muchos, incluso las obras que la catalogarían como una intelectual de
élite. 
Sin embargo, Montes prefirió atender a las
emociones, a los olores, a la sensibilidad y realizar una analogía, un
hermanamiento que perpetúe el libro como los árboles más longevos, e inició un
proyecto, que espero que continúe, con
la plantación de una plumeria que inaugurará el bosque de árboles de pregoneros
de la feria del libro de Marbella, y fue escueta, y fue poética, y fue a la transmisión de la pasión por las
historias, las estructuras y las palabras y fue muy Concha.
Bajo estas líneas podrán ver y escuchar el
pregón completo en vídeo:
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