El pasado viernes se inauguró en La Sociedad Recreativo y Cultural Casino de Marbella la exposición de los Trampantojos de Felipe Romero. Fue un evento emotivo y didáctico al que asistieron numerosos amigos, familiares y amante de las artes plásticas.
En la sala principal del Casino, rodeados de trampantojos veloces, aromáticos, voladores y taurinos, José Lorenzo, como presidente de la Sociedad tomó la palabra para hacer una introducción biográfica del pintor. Acto seguido habló Ana Eugenia Venegas para poner en valor la obra y capacidades del mismo. Finalmente, Felipe Romero explicó la esencia del TRAMPANTOJO y proyectó fotografías de su obra abstracta.
Bajo estas líneas pueden leer introducción de Ana Eugenia Venegas y en el vídeo, tiene grabado el acto completo:
"Buenas tardes señoras y señores, muchas
gracias a todos por venir, y a la
Sociedad Recreativo y Cultural Casino de Marbella por compartir sus
instalaciones en su objetivo de ser un baluarte de la Cultura de la Ciudad.
Nos hemos reunido aquí para acompañar al
pintor Felipe Romero en la inauguración de esta exposición colorista,
divertida, figurativa, ilusionista, con un toque pop y que encierra el
inconformismo más elegante, el que llevó a Santa Teresa a reformar el orden
monacal sin crear un cisma. Aquí Romero, aunque no nos agreda, subvierte el
espacio del cuadro, se sale del lienzo, nos invita a imaginar y nos demuestra
que otras formas son posible sin necesidad de romper el lienzo como Lucio
Fontana. En esta colección de trampantojos (de «trampa ante ojo», del francés trompe-l'œil, «engaña el ojo»), Felipe hace de
Houdini de forma que esa “salida del tiesto” nos hacen pensar que las flores
son auténticas, que huelen, que las podemos coger, que los coches van por las
carreteras, o que los pájaros están en pleno vuelo.
Felipe Romero nació en la Sierra de Huelva
y desarrolló su carrera profesional en Telefónica en Madrid y Marbella, donde
lleva la mayor parte de su vida dando muestras de su inagotable energía para el
trabajo, el estudio, la investigación y la creación. Su inquietud pictórica le
acompaña desde que era muy joven y durante su experimentada existencia ha ido
perfeccionando su técnica y abriendo vías con materiales y formas. Ha creado
cientos de obras y ha expuesto en donde lo han obligado, porque su ausencia de
egolatría lo hace un pintor poco autopromocionante.
Hace ya varios años que tuve el honor de
visitar su estudio, algo que he repetido en varias ocasiones. Allí descubrí que
Felipe Romero es un hombre del Renacimiento, un Leonardo, rara avis en la
actualidad, porque las prisas, la pereza, las obligaciones, el desconocimiento
y la especialización nos han convertido en “another brick in de wall”, otro
ladrillo del muro, como se temía Pink Floid allá por 1979.
En cuanto pisamos su jardín descubrimos un
hombre muy interesante, que ha construido su casa con sus propias manos, que
esta casa contiene y funciona con inventos de aprovechamiento como los de
energía alternativa con material reciclado, como un sistema de calefacción
mediante placas de latas de bebidas que dan a su hogar una temperatura muy agradable
a coste cero; Ingenios para impedir que los insectos se coman su fruta
ecológica, artilugios de cocina y qué decir de las ingeniería que construye
para almacenar, enmarcar, y poder mostrar toda su enorme colección pictórica,
en un sistema de raíles.
Una vez, un pintor conocido, con uno ego
como la provincia de Cádiz, me dijo, para diferenciarse de los que él no
considera artistas, que si quería ver si alguien era uno verdadero tenía que
visitar su estudio. Y he de decir que si esa es la medida, Felipe le gana la
mano a todos los que he visitado. No es sólo el tamaño, ni la conciencia de las
horas invertidas en la obra, ni el orden, ni las anotaciones investigando en los
movimientos pictóricos y sus representantes, ni la cantidad de máquinas
fabricadas por él, herramientas, mesas de trabajo o pigmentos, es la certeza de
que toda esa vorágine corresponde a una mente diversa, alguien que no comprende
el mundo como la mayoría de las personas, alguien que continuamente se pone
retos, que se agarra a las dificultades como problemas matemáticos, para
continuar en una búsqueda que acaba para parir otra y otra, en un empeño sin
fin de encontrar soluciones..
Felipe Romero nos puede atrapar con sus
pinturas hiperrealistas, copias de la realidad como él dice, pero que encierran
millones de pinceladas estudiadas, aportaciones de varios colores que el pintor
aplica sin ensuciarlas lo más mínimo porque controla la técnica como nadie.
Es un perfeccionista obsesivo y creativo,
excesivo, pero ha conseguido liberar su psique a través de su obra abstracta,
una semántica psicoanalítica e intuitiva encerrada en manchas pseudocontroladas
en lo que parece un juego de disoluciones que trabaja con la densidad, las
mezclas imposible de aceites y otros líquidos, los colores y las herramientas
ingeniosamente utilizadas para crear fantásticas creaciones de composición
equilibrada, mundos micro, obras que estimulan las emociones y la curiosidad
del espectador.
Hoy, este hombre decente, honesto,
patriota, de pase largo con su familia y sus amigos, de una humildad casi
patológica, nos ofrece sus hipnóticos trampantojos que se salen del formato y
nos acercan peligrosamente a la sensación 3D, para que disfrutemos y no
atrevamos a sacar los pies del plato.
¿Veis?, Felipe
trasciende el espacio del lienzo, y no ocurre nada terrible, al contrario,
consigue la magia, nosotros también tenemos permiso.
Ah, y si yo fuese capaz de crear lo que
Felipe crea, me pondría en la plaza del ayuntamiento a gritarlo para que todos lo
apreciaran. Gracias Felipe por compartir tu obra y tu amistad con nosotros."
Vídeo y fotografía de josé A. Correa
Me alegro de los trabajos de este artistazo... En Estepona hay otro pintor hiperrealista muy bueno pintando... Es como si vieras fotos enormes a color...
ResponderEliminarFelipe Francisco Romero Flores...
ResponderEliminarTrabajaba en Telefonica de Marbella, la MA027....
ResponderEliminar