El pasado fin de semana se celebró el I Concurso Musical Rotary Club Marbella. Diez jovencísimos
intérpretes han pasado la selección y han disfrutado de una competición que ha
sido concebida como una convivencia donde la fiesta estaba en la música y en el
respeto a la edad evolutiva de los participantes.
El
Rotary Club es una asociación de importancia internacional que tiene en
Marbella una sede de gran imbricación social. Son famosas sus galas para recaudar
fondos encaminados a sus programas de vacunas, sus aportaciones a los bancos de
alimentos y a Cruz Roja, así como organización de eventos de orden cultural y
de intercambio de estudiantes.
En
esta ocasión el Rotary Club Marbella ha querido animar y ayudar a los jóvenes
virtuosos de la música a alcanzar niveles superiores y brindar a los
participantes una oportunidad escénica para la interpretación donde
mostrar sus aptitudes y talento. Y además, disfrutar de una experiencia única,
donde los participantes se conozcan entre ellos, fomenten vínculos de amistad,
descubran la Ciudad de Marbella y alcancen el éxito personal más allá de los
resultados de la competición.
El alma máter del concurso ha sido Andrés
García que ha estado apoyado todo el tiempo por el presidente Eduardo Sanz, la directora
de coordinación musical Olga Tarasova y el asesoramiento de Yolanda Galera,
presidente de la Asociación de Amigos de la Música de Marbella. Tanto la organización, la calidad de los participantes, como la complejidad de las obras interpretadas han sorprendido gratamente a todos los aficionados que nos hemos acercado al Conservatorio en semifinales y al Teatro Ciudad de Marbella para la final del pasado domingo.
presidente de la Asociación de Amigos de la Música de Marbella. Tanto la organización, la calidad de los participantes, como la complejidad de las obras interpretadas han sorprendido gratamente a todos los aficionados que nos hemos acercado al Conservatorio en semifinales y al Teatro Ciudad de Marbella para la final del pasado domingo.
Los seleccionados para este certamen han sido intérpretes de 8 a 12 años: guitarras como Pablo Padial Valero, Violines como Taisia Palizhakina y Pablo Sobreviela Roldán, pianos como Guillermo Ramírez Ortega, Sergio Rincón Gálvez y Eugenia Sánchez Durán, el trombón de Alberto Táus Almanzar, el violonchelo de Jimerna Fernández Flores y el clarinete de José Manuel López González. Llamaba la atención el talento, la técnica y la disciplina de los chicos y chicas que no sólo dominaban, sino que tocaban con una sensibilidad propia del que ha oído mucha música y tiene algo dentro que compartir. La estampa visual esos niños contrastaba con una madurez inusitada en la interpretación, para la que ninguno usó partituras. Duro esfuerzo si tenemos en cuenta que se interpretaron Sonatas de Haendel y Beethoven, piezas de Albéniz, de Shostakovich, Granados, Breval y otros genios de la música.
El jurado estuvo formado por reconocidos músicos y presidido por Luís del Valle, magnífico pianista que nos regaló una pieza de Chopin durante el descanso de la final con la que vibró toda la platea.
En fin, magnífico fin de semana musical en
Marbella, gracias al Rotary y a todas su iniciativas en bien de la ciudad.
Esperamos que haya una segunda edición.
—¿Quién
ganó la competición?
—Ganamos
todos, los chicos y chicas, y todos los que los pudimos disfrutar de tamaño talento y perseverancia.
Texto y maquetación: Ana E.Venegas
Fotografía: Eva Galvez
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