Ayer se presentó el nuevo libro de Rosa Montero en Marbella con un lleno
de público excepcional de manera que se abarrotó la sala Cubista del Hotel Gran
Meliá don Pepe. El encuentro estuvo organizado y dirigido por Amparo de la Gama
dentro del proyecto “Encuentros” que nos trae a los mejores intelectuales del
país.
“La Carne” es una novela que cuenta lo de siempre, los grandes temas que
fascinan al hombre, la existencia, la muerte, el amor, la soledad. Sin embargo,
los años de experiencia literaria de Rosa Montero la hacen capaz de pergeñar
una estructura interesante con giros y final sorpresivo.
Lo que empieza como la contratación de un chico de compañía para no ser
menos en una soirée de ópera, a la que va el ex de la protagonista con su nueva
mujer, se convierte en una aventura en la que el amor es el titular. Una
historia que se sostiene en unos personajes de probada humanidad y de los que
merece la pena hablar.
Durante la entrevista que Amparo de la Gama realizó a Rosa Montero
conseguimos conocer las grandes cuestiones que preocupan de verdad a la escritora
que fue directora del Semanal del País, una lista muy bien estructurada que
parece presidir el Cambio Climático, al que atribuye mucho de los problemas de
emigración y la situación de la profesión periodística que no acaba de encajar el progreso tecnológico, o que no acaba de encajar en él.
La periodista que ha entrevistado a las mentes más prodigiosas y a los
personajes más destacados de este país y de parte del extranjero, habló de su
proceso creativo, de su desorden cotidiano y de la necesidad de control en su
trabajo, una estructuración que realiza para cada novela y que le lleva a crear
árboles de relaciones, de circunstancias y de personajes, elementos de esos
cuadernos que atiborra de información antes de sentarse a escribir.
Amparo de la Gama preparó una entrevista que la llevó a los comienzos de
ambas cuando compartieron redacción en el País, aunque Rosa Montero ya era una
periodista consumada, novelista premiada y Amparo una becaria aplicada. Pudimos
recordar la Transición, la juventud que vivió aquellos momentos, la Movida
Madrileña y la comparativa injusta, probablemente con los jóvenes de ahora, una
cuestión de suerte haber podido vivir unos momentos tan ilusionantes en vez de
estos en los que estamos, que parecen un polvorín a punto de estallar por algún
lado, pero de los que el ciudadano de a pie, en su pasividad, en su anestesia,
no es consciente.
La entrevista se prolongó por más de hora y media, consiguió hacernos
recordar, preocuparnos y reír en algunos momentos. Y es que Rosa contó
anécdotas divertidísimas con Manuel Fraga de protagonista en alguno de los
casos. Hizo mención al gran número de publicaciones que ha escrito, parece imposible
porque Rosa Montero está joven, es joven, se mueve y piensa con lucidez y
rapidez, tiene cierto aire adolescente que le hace mucho más interesante cuando
expresa su opinión sin reparos, sintiéndose con el derecho a hacerlo,
dejándonos el rastro de una vida intensa y de una biblioteca bien pertrechada,
aunque desordenada, como la mía.
Al terminar nos ofrecieron un cóctel que se fusionó con el de la Fundación "Tierra de Hombres" que también también celebraban un evento de promoción de sus trabajo en la protección de la infancia y que se daba cita en el espacio "Salazón" del emblemático Hotel Don Pepe.
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