Empieza el curso de la mano del Centro de
Divulgación Musical del Mediterráneo. Este fin de semana se ha abierto
la temporada con un concierto de gran nivel en la Zagaleta. Ante un público numerosísimo, el premiado
pianista Lukasz Krupinski, acompañado en la segunda parte por el violinista
Miguel Colom y la trompa Manuel Escauriaza interpretaron obras de Brams, Chopin
y Scriabin, como un aperitivo suculento de lo que nos tiene preparado el equipo
de María Testa.
Desde 2004 que la pianista María Testa fundó esta institución se ha trabajado en la difusión y la sensibilización musical del público de nuestro entorno. Las actividades con las que se esfuerzan en conseguirlo engloban proyecciones de cine documental temático, conciertos y otras actividades como cursos para aprender a disfrutar con la música en general y con la ópera en especial. Son muy importantes sus desvelos en llegar a la población más joven como fondo educacional de la persona y como fuente de disfrute para toda una vida.
Los conciertos que organiza el Centro de
Divulgación se engloban en un apartado llamado Música con Encanto y desde luego
más que magia percibimos todos los asistentes a este concierto en la sala
teatro del Club de Campo de la Zagaleta, con una abrumadora puesta de sol y con
una acústica protegida por una campana de cristal, trasparente y resonante, un
lugar ideal para escuchar al piano del prestigioso Lukasz Krupinski una obra complicada y madura de Chopin como
Barcarola y la romántica Sonata-Fantasie de Scriabin. En la segunda parte se
unieron dos músicos más, el violinista Miguel Colom, también premiado
internacionalmente y que nos fundió con su narración sensible y verdadera, que
además, creció junto a la trompa de Manuel Escauriaza, de gran formación y
experiencia a pesar de su juventud, su interpretación fue deliciosa.
La Zagaleta contribuyó con el espacio para
el concierto, como uno de los colaboradores de la Asociación cuyo presidente de
honor es Daniel Barenboim. También se implican en esta tarea las empresas de
Fernando Moreno, La Escuela de alta Hostelería de Les Roches, el Casino de
Marbella, Vasari Center y otras empresas e instituciones que hacen posible que
cada vez haya más pasión por la música en nuestra ciudad y zona de influencia.
Un enorme placer el de trabajar, junto con tantas otras personas de Marbella, tantas otras asociaciones, para construir una ciudad con un amplio espacio cultural donde nuestra vida y la de los que nos visitan transcurre mejor. Gracias, Ana, por haberlo compartido con nosotros y por contarlo. Seguimos adelante.
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