La Asociación Amigos del Teatro Ciudad de
Marbella ha puesto en escena una nueva producción basada en el desasosegante guion
de Edward Albee “¿Quién teme a Virginia Woolf?”. Dos pases, viernes y sábado, han valido para sobrecoger a un público por la tensión escénica, un estupendo trabajo de actores, de dirección, iluminación, música, escenografía, donde no ha faltado una de las obras pictóricas en las que Roy Anglada expresa sus impresiones de almas.
La conversación se vuelve dolorosa e
insoportable incentivada por los excesos alcohólicos que eran síntoma de
modernidad en un tiempo en que fumar y beber era propio de élites, sobre todo
en las mujeres. Elitista también es la atmósfera, la hija de un rector, dos
profesores universitarios y una consorte, es por eso que las puñaladas fónicas
son tan terribles, tan maquiavélicas, cuando se tiene cierta cultura “hay que
tener cuidado al insultar porque te puedes convertir en un verdadero hijo de
puta” (cita de “Llina, un Camino de Identidad”,mi próximo libro que se edita en
Julio). Y elitistas son las bromas, porque, aunque parezca imposible, la obra
levanta más de una sonrisa e incluso carcajadas, en el mismo título que es un
chascarrillo que surca la representación en forma de cancioncilla con doble
sentido no accesible a todos los públicos: “¿Quién teme a Virginia Woolf?, Virginia Woolf, Virginia Woolf…
El conflicto creado por Marga con emociones
y el veneno de niña mimada nos hace sentir lástima de un Jose Prieto, pero se
nos pasa enseguida porque él también sabe jugar a herir de manera insoportable,
los invitados se ven envueltos y se intoxican hasta cierto punto del gas
mostaza que desprende el matrimonio maduro, aunque la diferencia de nivel de
envenenamiento hace pensar al espectador por qué no huyen antes de que queden
infectados con la pandemia.
En fin, que la obra te deja hecho unos
zorros, herido, desencadena conversaciones sobre lo humano y finalmente la
empatía te hace sentir cierta misericordia por unos personajes que no saben
gestionar los varapalos de la vida, ni se adaptan, ni se curan, ni aceptan, el
cóctel perfecto para la infelicidad. Aunque había leído la obra, la había visto
en la versión de Nuria Espert y Adolfo Marsillach o en la película con Burton y
Liz Taylor la versión de Amigos del Teatro de Marbella ha sido de nuevo demoledora.
Felicidades a todos, especialmente a la directora Teresa Pro.
Mujer, podrías decir que te ha gustado la representación...pero de ahí a afirmar que
ResponderEliminarhay un gran trabajo de iluminación, música,escenografía, dirección...Entiendo que haya que escribir reseñas para un determinado público pero un mínimo de objetividad. La obra no respeta, como afirmas, el formato ni el contenido original. Se parece en que hay tres actos. La iluminación fue encender unas luces y ya no hay cambios, la escenografía no respeta el más mínimo estilo,etcetcetc...
Que te ha gustado, bien, es una opinión. Comparar con los actores que nombras es esperpéntico. Por cierto, hay faltas de ortografía y de gramática.
La crítica se podría titular "¿Quién destroza a Virginia...?"
Lo de que los excesos alcohólicos era signo de modernidad imagino que es invención literaria,¿no?
Estimado Jacobo, he intentado buscarte en internet pero no te encuentro, no sé si tu perfil es un alias o qué, me gustaría contactar contigo para que me dijeras dónde están las faltas de ortografías y corregirlas, no quisiera pasar la oportunidad de aprender de alguien tan cultivado como tú. En cuanto al trabajo de la Asociación de amigos del Teatro en esta obra, quizás no he insistido lo suficiente en que son personas de una asociación de amigos del teatro, con cierto nivel, es indiscutible, porque a mí me han emocionado, pero está claro que no pueden tener la técnica y las tablas de Liz Taylor o Marsillach. Me alegro que por lo menos no hayas encontrado ningún defecto en la obra pictórica de Roy Anglada, lo digo porque es un artista de la Real Academia de San Fernando y reconocido internacionalmente. En fin que lamento mucho que tu experiencia no se parezca a la mía, porque yo disfruté mucho y me encantó ver a amigos y conocidos en elgran esfuerzo de interpretar una obra tan complicada.
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