Acaba de celebrarse uno de los Encuentros
que Amparo de la Gama organiza en los que podemos escuchar la experiencia y los
trabajos publicados de muchos personajes y escritores. En esta ocasión hemos
tenido la interesante conversación que la periodista ha mantenido con la antropóloga
forense Josefina Lamas y a la que han titulado “El lenguaje de los huesos”. La
cita ha sido en la terraza del Restaurante Marrush de Puerto Banus que se
encuentra en la fachada principal de los Cines Teatro Goya.
Gracias a esta cita hemos podido descubrir
cuestiones tan esclarecedoras como que la profesión de Antropólogo forense no
se aprende en las universidades españolas, se consigue ser considerada como tal
por la experiencia adquirida en el trabajo y por supuesto por su titulación
como Licenciada en Medicina y Cirugía. No es baladí este conocimiento ya que
algunos medios de comunicación de índole escandaloso dudaron de la capacidad de
esta profesional al no poseer el título y es que en España no lo tiene nadie.
También hemos aprendido el protocolo más
ordinario para la identificación de una persona sin tener que colapsar los
laboratorios genetistas. En el 11 M, caso en el que trabajó, más del 80% de las
víctimas se identificaron en menos de 48 horas gracias a una sencilla prueba
con huellas digitales. Si no es posible encontrar estas muestras, se puede
acudir a la arquitectura dental de las víctimas y por supuesto a las pruebas de
ADN cuando sea necesario.
El público, que abarrotó la terraza de
Marrush no pestañeó ante la información de que los huesos nos pueden ofrecer a
falta de tejidos blandos, podemos conocer la edad, las carencias alimenticias,
si han sido maltratados, si han tenido fracturas, cuántos hijos han tenido si
es una mujer… y todos estos datos la Doctora Lamas los ilustró con ejemplos de
casos en los que ha intervenido o ha estudiado.
Josefina Lamas también admitió que más de
un expediente no había conseguido resolverlo, “no se tiene tanta suerte como en
las películas” de encontrar el pelo justo en el lugar adecuado o el tóxico
causante de la muerte, porque en realidad y que no se enteren los malos hay
muchos que no se pueden conocer, pero de todos ellos la forense hablaba con
nostalgia y aceptación.
En un momento dado, Luisa Bouloh,
propietaria de Marrush nos sorprendió con un esqueleto en el que la antropóloga
forense leyó el sexo por la pelvis y la apófisis occipital, la edad por la
apertura de los huesos, la raza por ciertos rasgos orbiculares… Además, ocurrió
un hecho hilarante, es que Luisa al transportar al pobre Pepito Skeleton le
cambió la pierna derecha por la izquierda, detalle que no apreció nadie excepto
la forense que devolvió al esqueleto su dignidad ósea.
Me hubiera gustado grabar esta conversación
pues me pareció uno de los Encuentros más interesantes que ha traído Amparo de
la Gama pero claro, se trataron temas en los que habían trabajado las fuerzas
de Seguridad del Estado y nos pidieron que no lo hiciéramos.
el lenguage de los huesos pero qué significa exactamente Amparo de la Gama debe ser toda un erudita en estos temasPatricia Rivera Armesto
ResponderEliminares absolutamente terrorífico
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