martes, 15 de mayo de 2018

Con Israel Galván y FLA.CO.MEN colofón de Todo Danza Marbella 2018



La imagen puede contener: 2 personas, personas sonriendo, personas de pie, calzado y exteriorResultado de imagen de flacomen “Fla.Co.Men” ha sido la última puesta en escena del Festival Marbella Todo Danza 2018. Esta cita anual que este año cumple su décimo aniversario se ha convertido en un acontecimiento de magnitud, considerado como una propuesta de calidad a nivel nacional, que nos ha acercado los espectáculos más innovadores y las figuras más renombradas como el Ballet Nacional, la Compañía Nacional de Danza, el Ballet de Víctor Ullate, Eva Yerbabuena, Rocío Molina o el propio Israel Galván de cuyo espectáculo actual hablaremos enseguida.

Resultado de imagen de flacomen    Esta edición también ha tenido a protagonistas de muy alto nivel en el Teatro Ciudad de Marbella como Olga Pericet con su montaje ‘La Espina que Quiso ser Flor, o la Flor que Soñó ser Bailaora’, ‘Oskara’ de Kukai Danza, la compañía Sharon Fridman con ‘All Ways’ y se ha cerrado este pasado fin de semana con el prestigioso director, coreógrafo y bailarín Israel Galván.

Resultado de imagen de flacomen    Además hemos tenido las citas con la danza en la calle con el llamado ciclo ‘Corazón en danza’, buscando al espectador, haciéndolo partícipe y creando aficionados, captándolos con el lazo de las emociones. Todos los encuentros han sido muy especiales pero el de Maduxa ‘Mulïer’ fascinó por la espectacularidad de la propuesta en la que cinco mujeres sobre zancos, con el escenario del parque polideportivo Río Huelo, mostraron su condición femenina fuerte, ágil, poética, luchadora, sufridora, sensible y emotiva en una suerte de performance de muchísima elaboración y narración.

Resultado de imagen de flacomen    No ha faltado la cita con los más pequeños con propuestas como ‘Mi primera danza’, ‘Pirulet, Pirulet’, ‘La conquista del espacio’ y ‘Cuentos por un cubo’. De igual forma también se ha podido disfrutar de exhibiciones de nuestros bailarines y clases magistrales como la de Olga Pericet.

    El cartel de este año es del artista Germán Borrachero, un acierto que presenta al hombre común, un joven cualquiera cuya condición física nos hace adivinar un esfuerzo y una sensibilidad vestido de jeans y camiseta, artistas de carne y hueso que si son divos lo son por sus puestas en escenas, sus interpretaciones, las historias que cuentan, los diálogos que provocan, la energía que trasmiten, los sentimientos, las emociones, no por su actitud distante y elitista.

  De entre todas estas propuestas nos vamos a quedar con la fascinante investigación que hace Israel Galván en “FLA.CO.MEN”, un espectáculo con fuertes cimientos en el flamenco, las bulerías, las alegrías y las sevillanas,  de una arrebatada condición contemporánea, una performance en la que los cuerpos son instrumentos musicales, en el que el sonido es una composición compleja y expresionista llena de quejíos y sones flamencos , turcos, de los Balcanes, con percusiones realizadas por el bailarín o su compañía, que ahí bailan, tocan y cantan todos, metales, cuerdas, no es el cuerpo el que sigue a la música, es el cuerpo el que la provoca.

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   Es música lo que compone Israel, música brillante, provocadora, descarada, con ciertos toques de humor. Pero, un compositor tan avezado, sabe que en la música tanta importancia expresiva tienen las notas como los silencios, esos silencios que Galván agota hasta el desasosiego de cierto público, cada uno tiene su propio nivel de tolerancia y en este espectáculo se pone a prueba el aplomo del respetable. Los “stops” son una muestra del descaro, un atentado al horror vacui, una muestra de madurez y un ejercicio de libertad.  

    La obra no ceja en implicar al espectador, necesita sus risas, sus comentarios y sus aplausos, aunque sea para acallarlos, para pedir que cesen y continúe la maravilla. A la salida hubo personas que no querían ni podían hablar, emocionados, sobrecogidos se permitieron mostrarse introspectivos y no romper el encanto, la libertad es contagiosa. Otros hubieran vuelto a repetir la experiencia desde el principio, sabemos que es imposible, el desgaste físico de Israel y el sufrimiento de sus músculos y articulaciones merecieron una sesión de hielo contundente, así nos lo comentó cuando regresaba al hotel, el genio también es humano.

Fotografía y vídeo de internet, no se podía grabar, lógico.



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