19-09-2009/ R. Morales
Vincularme al Otr@, llevarle conmigo,
Con-sagrarnos al calor de la vida,
con-siderarnos a la luz de las estrellas,
sentarnos juntos en el rellano de los sueños
que hoy son lejanos y mañana se van acercando
hasta tocarnos por dentro.
Recibo el viento del sentimiento que me lleva al Otr@,
a tocar su centro y me hace su hermano en este encuentro.
Las raíces de la tierra claman al cielo por este encuentro,
quieren ver nacer esa flor en invierno,
quieren ver el Tú y el yo bailando juntos
más allá de los cuerpos.
Sin odio el cuerpo, sin miedo el alma,
sonarán tambores para la danza,
del regocijo, de la alegría
de ver que el Otr@ es esa parte mía
que me faltaba, es ese ser en mí
sin el cual mi vida desmerece y se apaga.
Mi camino hacia las estrellas
pasa por el Otr@ y cuando pasa
ya no se suelta,
con los hilos del destino
se teje una tela que abriga al mundo
en las noches frías y húmedas de la existencia.
Se extiende y se alegra el cielo
de ver las telas que abajo se van tejiendo.
Y se va fundiendo en lazos de amor,
aquello que no es Tú, ni es yo,
sino un fruto de nuestro encuentro.
Es en el calor del encuentro fraternal, del abrazo social,
donde la Luz que calienta el mundo
alumbra al hombre consciente, alumbra al hombre nuevo.
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