La lectura en de esta obra ha polarizado a
las asistentes a esta tertulia literaria celebrada como es habitual en el Marbella
Club. A pesar de que la opinión general es que su estudio ha merecido la pena, aunque,
para algunas participantes fue muy satisfactorio y para otras de difícil
lectura.
La autora de esta obra, como bien dijo una
socia, es una crítica de arte, una asidua de galerías y museos, aparte de una gran
investigadora que ha realizado un trabajo de documentación fantástico sobre el
Arte en General y sobre el Contemporáneo en particular. A la par, es una
ensayista que se ha interesado en profundidad por los desórdenes mentales, de
comportamiento y alimentarios. Esto dos temas están presentes durante toda la
historia. Es por el dominio que la autora tiene de ellos que puede resultar
denso, excesivo, innecesario, frenador del ritmo, o excitante, divulgativo y enzima
para la curiosidad. Algunas compañeras confesaron no estar muy versadas en el
arte contemporáneo e incluso no atraerles demasiado, o no estar en absoluto
interesadas en el proceso de creación, estas fueron las que más sufrieron con
las páginas y páginas de descripciones de exposiciones, de obras. Otras, las
que han asistido desde hace años a los seminarios de arte de AMUM, las que son
asiduas a CAC, el Pompidou, el Picasso, amén de otros centros de arte de todo
el mundo, disfrutaron de un ecosistema donde se plantea una narración a través
de los años de dos familias rodeadas de arte por todas partes.
Fue objeto de debate la relación entre los
miembros de las dos familias, su tensión sexual, resuelta en alguna ocasión,
pero sobre todo, sin ser incompatible, el sentido de la amistad, del amor, de la
fidelidad que no tiene que ver con el sexo, si no con cuidarse unos a otros,
escucharse, estar siempre a disposición, en admirarse y reconocer los puntos
fuertes.
Las mujeres de la obra son muy diferentes
en comportamiento, eso aportó una tertuliana, Violet que es capaz de cuidar y
comprenderlo todo, Lucille que decide vivir su vida y parece no preocuparse por
el rastro que deja, y finalmente Erica la mujer herida de un hombre herido que
se niega a sumar el dolor al de su marido.

En general a todas nos pareció un libro de
peso, muy bien escrito, excelentemente documentado, con un vocabulario sencillo
pero lleno de conceptos y reflexiones profundas. Hubo quien vio una sucesión de
Eros y Tánatos, reflexiones sobre las relaciones amorosas y la muerte infalible
y cotidiana.
También fue interesante la aportación sobre
la posible crítica a las críticas del mundo del arte. Centradas en el
desconocimiento, en la confusión arte/belleza, y en el precio del arte, como si
el artista no pudiera ser un buen artista y una persona de posibles o como si
una obra de arte dejara de serlo porque entrara en el mercado del arte. Fue muy
ilustrativo el ejemplo de la obra de Warhol, ya que por un lado se le critica la
cantidad de obras en serie, “como churros” y por otro se le reconoce que esa
fuera una de las cualidades del arte Pop.

El trabajo de descripción de los personajes
nos pareció una genialidad, una socia se maravilló de la creación de los
distintos protagonistas y cómo se van desarrollando a través de la historia, de
una manera muy coherente y compacta, con un recorrido muy creativo y creíble.
Tenemos varias tertulianas neoyorkinas y les
resultó agradable visitar con esta lectura lugares de su ciudad. Se dijo que la
obra es puro “New York” Los intereses por la sensibilidad artística, los
desórdenes nerviosos, son cuestión habitual que en este estado no se esconden y
se comentan con normalidad, no solo Woody Allen tiene necesidad de
psicoterapeuta y clarinete.
Se comentó que la autora es una mujer muy
culta y perfeccionista, conocedora del lenguaje y de sus temas estrella, por
eso este libro trata tantos asuntos y por eso puede parecer que intenta abarcar
demasiado para una novela, no para todas las tertulianas, pero también es una
opinión válida. Además Siril Hustvedt tiene una gran sensibilidad, es dueña de
un gran rancho interior que le permite tratar con gran inteligencia emocional
la muerte del niño y otros pasajes. Sin embargo, recordó, no a todas, a Elena
Poniatowska en “La Piel del Cielo” donde la mexicana hace un despliegue sobre
astronomía que puede llegar a resultar excesivo.
La novela es tan completa que tiene incluso
detalles de gran importancia emocional que es espina que vertebra la historia,
me refiero al cajón donde el experto en arte, mayor, medio ciego, gastado por
la vida, va acariciando objetos que son símbolos de parte de su vida, de lo
bueno, lo malo, lo que perdió, lo que ganó, lo que disfrutó, lo que penó, en un
cajón…, de recuerdos, todo cuanto amó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario