
-El hecho de que esta circunstancia
es casi una maldita tradición que las mujeres han tenido que soportar de
hombres sin escrúpulos y con ascendente de autoridad económica o/y poder, y que
es conocido en el mundo del espectáculo que hay que pagar un peaje para poder
llegar a conseguir ciertos papeles y en el mundo en general para poder mantener
un empleo, conseguirlo o ascender. Es cierto que muchas de nosotras, la mayoría
hemos sido incomodadas en más de una ocasión y alguna ha tenido que abandonar
un empleo para no tener que “tragar” con los deseos de un superior y sufrir
abusos y violaciones que hacen un daño
enorme y marcan a la Mujer , a veces de
por vida.
-También hemos llegado a
la conclusión de que no sólo las mujeres somos víctimas de este abuso de
autoridad. AMUM hace extensiva su solidaridad a hombres y menores, que de igual
forma hayan sido objeto de este tipo de malas prácticas.
-Alguna socia nos ha
hecho ver la importancia de este momento histórico en el que, gracias al poder
mediático, a la reacción hacia los comentarios del Presidente Trump y al valor
de las denunciantes, definitivamente, este tipo de comportamientos se condena
socialmente, en vez de culpar a la mujer como ocurría antes, que había que
callar porque encima quedaba en entredicho si se había provocado al “caballero”
en cuestión.
-Más de una socia hizo significar el hecho de que no estamos contra los hombres, como es lógico, y que
apelamos como es habitual al “He for She”, el hombre de bien nos apoyará,
porque de otra forma no conseguiríamos una sociedad más justa y que cuente con
todos los efectivos, hombres o mujeres.
-Por este motivo nos
preocupan las situaciones de injusticia contra hombres que aún no han sido
juzgados y “caza de brujas”, creemos en la Presunción de inocencia y en la Justicia
garantista, a la que demandamos que
acabe con estas situaciones, a los gobiernos que legislen este tipo de demandas
sexuales a cambio de posición, trabajo, o simplemente por abuso de poder como
delitos, para que la justicia tenga herramientas yluchar contra ellos.
-Igual que la Alianza
Nacional de Campesinas Americanas, las de Hollywood, las actrices y cineastas
españolas como las del Colectivo La Caja de Pandora y todas las mujeres con
capacidad para defenderse, nos solidarizamos con todas las demás que tienen que
“aguantar” estas situaciones o perder sus empleos, o no conseguirlos, más si
cabe en un momento de precariedad en el trabajo, por lo que hemos decidido
actuar y nos vamos a poner al servicio de la Delegación de Igualdad y
Diversidad para coordinar en qué podemos ser detonante y ayuda.

-Además, pensamos que la
mujer debe estar empoderada por su educación, económicamente, por el respaldo
social y de la justicia. Por ahora debemos poner a trabajar nuestra sororidad,
el apoyo entre mujeres y negociar con los poderes públicos y los técnicos en
unos PROTOCOLOS que nos hagan actuar cuando la razón está conmovida por las
emociones, situación que ocurre en todos los momentos de abuso de poder con el
resultado del que hablamos. Debemos evitar que la Mujer se encuentre en estado
de desamparo ante estos abusadores.
-Creemos además que se
debe dar respaldo y apoyo a estas víctimas desde las delegaciones e institutos de
la Mujer, como un modo de defender Los Derechos Humanos.
En fin, finalmente, decidimos investigar si
hay protocolos institucionales, cómo usar las leyes o la posibilidad de incoarlas
y hacer hincapié en el empoderamiento, mediante la educación, crear o dar a
conocer protocolos de rápida y efectiva actuación, y buscar el apoyo de toda la
sociedad para acabar o minimizar esta lacra social.
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