editada en el año 1994 hay una versión
cinematográfica en el año 1996 bajo la dirección de Cristina Comencini.
Este libro me lo he leído en dos momentos de mi vida,
el primero fue hace 14 años, yo estaba en otra órbita que ahora, niño pequeño,
trabajando en lo que no me gustaba, estudiando, haciendo de madre, ama de casa…. En fin que lo que
sentí y saqué de este libro es que una abuela que estaba muy mayor y enferma,
le relata a su nieta su vida para que ésta la comprenda y sienta más afecto por
ella ya que se marchó a América enfadada tras un tiempo de deterioro de la
relación.
La segunda,se produce ahora, en mis cuarenta y… con
mis estudios de Educación Social acabados, absolutamente inmersa en la literatura
inglesa y su crítica, participando en varias tertulias literarias, colaborando
con instituciones y asociaciones que tienen que ver con la educación, lo
social, lo funcional y lo disfuncional. Bien, esto me hace recordar a Virginia
Woolf cuando dice “Shakespeare? No Shakespeare, mi Shakespeare. Y yo añadiría,
mi Susana Tamaro y mi Susana Tamaro AHORA.
Las obras tienen un valor y un significado diferente
para cada individuo y para los distintos momentos de cada persona, ya que es
inevitable significar lo que lees con tus capacidades y experiencias.
Bien, mi Susana Tamaro ahora es otra cosa y es mucho,
inmensamente mucho más.
En principio no creo que sea la historia de una abuela
que escribe a su nieta una explicación póstuma. Es una reflexión que lleva a
Olga, la abuela a comprender y hacer comprender
el devenir de cuatro generaciones de mujeres, víctimas y producto de su
época, entorno familiar y social.
La Bisabuela era una mujer distante, egoísta, insensible
que vino al mundo en el cumpleaños de la muerte de su hermano, fue un bebé
enlutado, cuya cabecera era la foto de su hermano muerto, fue un recambio de su
hermano pero tarada de principio, no tenía pene.
La abuela era una mujer inteligente, inteligente y
mujer en Italia durante la 2ª Guerra Mundial, por supuesto le fue negado su
derecho a estudiar. Casada con un señor a todas luces gay o inapetente
sexualmente que supo todo el tiempo que su hija no era biológica.
Su estricta, arbitraria educación y frustrante vida la
llevó a criar a su hija en un vacío propio del que sabe cómo no educar pero no
cómo hacerlo. Por no imponerle los valores de sus padre, en los que ella había
sido criada, no trasmitió ninguno y se encontró con una niña caprichosa y
débil, que tuvo una hija porque estaba de moda ser madre soltera y que fue carne
de líder sectario que para más inri era un Psicoanalista sin titulación y que la abusó psicológicamente y sacó lo que todos los sectarios
sacan a sus adeptos: su autoestima, su capacidad crítica y sus dineros.
La última mujer es la nieta, criada por esta abuela,
con mucho afecto pero que está en un momento de rebeldía adolescente
acrecentada por las carencias de seguridad y autoestima que proveen las
familias estructuradas, no quiero decir las de un hombre y mujer casados por la
iglesia, aunque también me sirven siempre que sustenten la familia en valores,
normas de convivencia-crecimiento y estabilidad emocional propias de las
relaciones de respeto y cariño.
La abuela ha comprendido lo que la vida te puede
enseñar, su reflexión la ha traído hasta aquí “la vida es un camino que
conduce desde la intransigencia hasta la piedad”. Invita a su nieta a pensar, a tener capacidad
crítica, la que le faltó a todas las demás mujeres de la cadena, a pararse,
respirar, escuchar al corazón e ir “donde el corazón te lleve”.
Temas de la obra:
- Situación de la mujer, desprecio,
infravaloración, sacrificios, pérdida de oportunidades.
- Las Guerras.
- El tema de las creencias: Susana Tamaro hace una red muy
complicada de reflexiones sobre las creencias:
Por una parte parece
que acepta ciertos temas relacionados con la astrología, comunicación con los
muertos y los horóscopos, por otra reflexiona racionalmente sobre las creencias
católicas su uso por la iglesia y
finalmente nos expone un caso de abuso psicológico de orden sectario que un Psicoanalista
de "su propia escuela" realiza sobre su hija que queda desmadejada emocionalmente, lo que le faltaba a la pobre chica después de la ensalada y
debilidad de carácter que tenía por la indecisión de su madre a la hora de
poner normas y acometer su educación.
El detalle de
acariciar árboles sin embargo no me parece descabellado, sin ir muy lejos yo
los abrazo, y es que los árboles son un ser vivo, que no responde con su
movimiento a tus abrazos, pero que tampoco te lo escatiman, están enraizados,
se yerguen hacia el cielo, total, que a mí me da paz y energía abrazarlos, todo
el mundo tiene derecho a tener sus incongruencias, lo que está claro es que
ningún árbol hasta ahora me ha pedido que lo avale en un banco.
¡Hola!. Estoy leyendo la novela para comentarla en un club de lectura, me ha gustado tu reseña. Lo que ocurre es que me angustia el que sea tan difícil la comunicación entre madres e hijas y no es que la abuela no lo intente de una manera o de la contraria.
ResponderEliminarGracias.