



Tras esa bis espontánea y vitalista que María lleva a sus cuadros se encuentra una gran trabajadora que cuida cada detalle, de manera que el montaje y distribución de las obras por las paredes de la casa de tres plantes restaurada y reconvertida en restaurante es absolutamente germánica, medido y cuidado al detalle.


Os impelo a pasar por Al Vino Vino para animaros el día, para disfrutar del
color, de la belleza sin condiciones y ya que estáis, pedidle a Martina o a
Valerio que os sirvan un vino de esos que ellos nos ponen, vamos, el que ellos
beben, no se arrepentirán. Ah! y si tienen intención de comprar un cuadro recuerden que María, por pura empatía con los tiempos que corren, ha bajado los precios de sus obras.
Texto y maquetación: Ana E.Venegas
Fotografía de Jose A.Correa y Mike Pinter
Texto y maquetación: Ana E.Venegas
Fotografía de Jose A.Correa y Mike Pinter
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