El pasado sábado se celebró en la Playa del
Cable un encuentro organizado por la Asociación Marbella Activa y la
colaboración de algunos artistas con el propósito de reivindicar y homenajear la figura de la Torre
que fue clave en la historia minera marbellí.
La Torre del Cable es uno de los vestigios más
evidentes de un pasado minero en Marbella, un hito que se empeña en empañarnos
el horizonte mediterráneo con la prueba de que esta ciudad no ha sido como
muchos vociferan “un pueblecito de pescadores que ha visto un jamón gracias al
turismo”. En realidad, esa grúa de belleza industrial es una impertinente, un
grano en el “cus-cus” de la homogeneidad y del pensamiento único, un dedo
corazón levantado en un puño que lucha por no ahogarse en las propias aguas
sobre las que se yergue.
Marbella Activa, es
una Asociación sin ánimo de
lucro ni filiación política que pretende fomentar una ciudadanía activa, responsable y
crítica, que pueda ejercer el derecho a serlo con
total libertad en los diferentes aspectos de la vida pública, económica, social,
medioambiental, cultural, educativa e informativa de Marbella. Esta entidad
alienta a los ciudadanos a dialogar y expresar sus necesidades y deseos con
respecto a su entorno más cercano, no en vano uno de sus lemas es “piensa
global y actúa local”.
Uno de los flancos que más les preocupan a
Marbella Activa es dar a conocer la historia de Marbella y San Pedro y las
Chapas y Nueva Andalucía… recuperando su identidad cultural pero también como
un foro para crear el debate y el conocimiento sobre el modelo de ciudad a
largo plazo donde nos gustaría vivir y dejar en herencia a las generaciones
futuras. En fin, que la historia minera de la ciudad tiene como símbolo y
reducto la Torre del Cable, y Marbella Activa está comprometida con su
persistencia y recuperación.
El encuentro tuvo varios atractivos como un
paseo en piragua alrededor de la Torre, la proyección comentada de imágenes
relacionadas con la historia y con la fauna aérea y marina que se aloja en el
citado monumento industrial de mano Javier Lima, Antonio Figueredo y Nora Cámara;
y la Performance “La Hoguera de las Vanidades” en la que el artista Pedro
Molina quemó su Ego y su Super-Ego en forma de Guauss gigante, de más de dos
metros, para renacer de sus propias cenizas con otro perro de metal que
sobrevivió dentro del huevo del fuego para empezar de nuevo y si se puede,
empezar mejor.
Fue numeroso el público que asistió,
fotógrafos como Correa, Pinter o Miguelón los que inmortalizaron magníficas
imágenes, periodistas que tomaron buena nota de lo efímero de lo material y la
persistencia de los ideales; amigos de Marbella que disfrutaron de la
conversación, las ponencias, los actos deportivos y artísticos, y de la moraga
posterior. Una gran noche con un buen objetivo y una buenísima compañía, una
cita lúdica Con-cable.
Texto y maquetación de Ana E.Venegas
Fotografía de la página Face de Pedro Molina
Texto y maquetación de Ana E.Venegas
Fotografía de la página Face de Pedro Molina
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