El pasado domingo se inauguró en el Cultural Centre of Contemporary Art Kunsthaus-Berlín-Marbella la retrospectiva de un artista de intensa y larga carrera que ha decidido compartir con la ciudad donde reside la muestra de su evolución pictórica y personal.
La retrospectiva ha estado
comisariada por Nely Meyer, parte importantes del Kunthaus y de la Fundación
Fred Friedich que produce la exposición.
Pepe Morales empezó su carrera hace sesenta años y de esa etapa nos
muestra algunos paisajes de lugares que visitó, Santa María de Naranco en Oviedo,
las narrow streets de Edimburgo, Londres o París, con estilo muy impresionista
a la par que ya daba muestra de su personalidad rompedora, de líneas
radicalizadas que recuerdan algunos paisajes Vangoghnianos.
Una etapa posterior nos presenta
sus obras abstractas en las que empieza a experimentar con materiales como el
papel maché y la chapa oxidada a la que somete a cientos de soldaduras,
anclajes de un hombre a su educación, momento en que el artista toma conciencia
de sus lastres, los señala, los anota, en una búsqueda del conocimiento de sí
mismo y de lo que el mundo donde vive le proporciona.
Esta investigación lo lleva a
una época negra, una etapa tremenda, dura, llena de personajes malignos y
retorcidos que tienen poder sobre el pobre artista, sobre el ciudadano,
intentando someterlo, reconducirlo, pero ya es imposible, su conciencia se ha
despertado y se revela mostrándolos. Su obra, en este momento recuerda al Goya
más torturado y a Grant Wood en la pieza icónica del American Gothic “El Granjero y la Mujer, personificación del
sufrimiento del pueblo en la Gran Depresión americana.
Al cerrar la etapa negra,
Pepe comprende que debe vivir su vida, aprovecharla, sentirla desde la
esperanza, aunque sin olvidar su compromiso con un cambio en el que el ser
humano sea devuelto a su naturaleza. En esa época pinta Sus Sueños que
desembocan en su creación abstracta de motivos geométricos con
una profunda influencia suprematista de Malévich .
De esta
exposición es muy recomendable la evolución del artista, su comprensión del mundo, su posicionamiento
ante él, su desnudez y sinceridad. Las obras de la etapa negra son magníficas,
los sueños surrealistas son endemoniadas, las arquitectónicas nos conmueven y las
esculturas reivindican un espacio.
A la
inauguración acudieron numerosos amantes del arte y la representación municipal
del director de exposiciones del Ayuntamiento de Marbella y director del Museo
del Grabado Español Contemporáneo D. Germán Borrachero, así como numerosas
personalidades como los el embajador de Honduras, muy activo en cuestiones
sociales y culturales en nuestra ciudad.
Al
finalizar, Hoffman hizo un particular homenaje a Camilo Sesto acompañado de un
bailarín de danza española que muchos de los asistentes corearon con gran
regocijo.
Texto de Ana E.Venegas
Fotografía de José A.Correa
Me ha encantado el reportaje y expresa fielmente el evento.
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