martes, 15 de noviembre de 2016

“Brújula” de Mathias Enard a la palestra de AMUM

Resultado de imagen de brujula de mathias enard     El mes de Noviembre nos ha traído una lectura muy especial, “Brújula” de Mathias Enard, actual Premio Goncourt de las letras francesas, una novela retadora que ha apasionado a las socias que han conseguido involucrarse en ella.

     Ya contábamos con que no serían muchas las llamadas a esta tertulia, éramos conscientes de antemano de que el libro no había conseguido atrapar a muchas contertulias habituales que decidieron dejarlo para tiempos más apropiados.

    Sin embargo, la tertulia fue buenísima, las Mujeres Universitarias que consiguieron llegar a un acuerdo con el libro, dejando fluir la lectura, sin intentar controlar toda la información que en ella se desarrolla consiguieron disfrutar sobremanera en la medida que estaba a su alcance. Ya que según el background de la lectora el entendimiento era más amplio, también influía el manejo en unos u otros de los flancos artísticos, históricos y geográficos que el autor, en su apabullante erudición, ataca.

Resultado de imagen de brujula de mathias enard    Hubo quien perseveró pese a la muralla significativa de las doscientas primeras páginas, pero una vez terminado el libro y en vista de la satisfacción recibida a partir de ahí, volvió a leerlo para disfrutarlo al completo. Hay lecturas que retan y que demandan un esfuerzo pero a la postre te hacen mejorar.

    Hay quien significó que la redacción subvertía todas las reglas que el profesorado enseña, con frases encadenadas por comas, en párrafos de más de una página, al estilo de Joyce, que pueden ser un verdadero fiasco si no se tiene el oficio que tiene Mathias Enard y al que se le agradece esta puntuación poco ortodoxa, a la par que ágil, preciosista y llena de matices.

Resultado de imagen de balzac frases    Varias socias coincidieron en que la obra tiene cierta inspiración en “Las Mil y una Noches” desde el punto de vista de que dura una noche de insomnio pero está preñada de muchas historias que de manera deliciosa se van sucediendo en lo que se vio como un patrón narrativo que acude a la noche en vela, la historia de amor con Sarah, las vivencias en oriente y las numerosas anécdotas sobre músicos y literatos y de nuevo, vuelta a la noche de insomnio, en una especie de fractal donde se repiten las obsesiones del autor.

    La obra es una especie de continuo entre oriente y Occidente, las relaciones pasadas y presentes, y la pasión orientalista que han sufrido muchos músicos, pintores, literatos, comerciantes, investigadores y aventureros de todos los tiempos. Una especie de búsqueda de la otredad, del deseo de complementar lo que nos falta.

    Gracias a un buen repaso por el arte oriental y occidental, de Rabel, Mozart, Bethoven, Kafka, Balzac, Ingrés y muchísimos otros más hubo quien revivió la lectura que de “Leonora” de Elena Poniatowska  hicimos, con la que revisamos las vanguardias de manera apasionada, como Enard nos ha hecho vivir el orientalismo en el arte.

Sinfonía Fantástica de Berlioz dirigida por Leonard Bernstein



    La novela nos conduce desde Viena hasta Teherán con la nostalgia del que ha sufrido un enamoramiento sofisticado, pleno de aromas, de misticismo, espiritualismo, perfumes, piedras preciosas, gastronomía, música oriental, opio tomado como uso cultural, sedas y especias. Pero, alguna socia apuntó la predilección del autor  por Palmira, como símbolo de Alianza de Civilizaciones, una ciudad romana, un vestigio europeo en pleno oriente exótico. Porque el autor, no distingue separación entre Oriente y Occidente, Oriente no es un lugar, es una dirección, según Enard, y Occidente sueña aquí a Oriente.

    Cuando llegamos a este punto se produjo un interesante debate entre Oriente, los países árabes y el Estado Islámico, aunque ahora parezca todo lo mismo, desde luego no lo es y esperamos que vuelvan, que afloren la cordura y el refinamiento de Oriente, su sabiduría de pueblo reposado, de cuentos ancestrales, de enseñanzas filosóficas y que supere todos los inconvenientes que en la actualidad está sufriendo.

Resultado de imagen de palmira panoramica     También se produjo cierto debate con el tema del colonialismo, algunas socias mantenían la opinión tan común en estos tiempos sobre el papel saqueador de Europa en muchos países, también en oriente. En cambio otras dijeron que la historia no hay que estar constantemente revisándola y menos con ojos contemporáneos, porque la península Ibérica también ha sido colonizada en numerosas ocasiones y la herencia púnica, fenicia, romana y árabe nos ha dejado elementos que nos hacen como somos, porque la historia no se puede cambiar y menos hacer responsable al morador de esta península en los tiempos actuales.

    Todas las socias que han conseguido terminar la lectura de “Brújula” aseguran que esta novela es digna de ser releído con asiduidad y volvimos a quejarnos del poco tiempo que da una vida para leer todos los libros, escuchar música, ver arte, cine, todo lo que nos gustaría, pero, no nos va a dar tiempo.

    La novela está llena de anécdotas de europeos que se han fascinado por Oriente, especialmente músicos, conseguimos centrarnos en varias de estas historias, en Berlioz y su Sinfonía Fantástica, donde un hombre narra su relación con una mujer que ha tomado opio; el hundimiento de Beethoven en su último concierto al darse cuenta de que había resultado una pesadilla porque el piano estaba desafinado y él en su sordera no lo había apreciado. Pero, también, criticamos la obsesión de Mathias Enar de verlo todo a través de su pasión por el orientalismo y al señalar a Cervantes y a Proust como inequívocos productos de este sesgo orientalista.

Resultado de imagen de tesoros de oriente    Alguna contertulia señaló el pesimismo que Mathias Enard infringe a la novela, se basaba en anécdotas tristes y existenciales, en citas como la de Nietzsche que dice “La Música es la expresión universal del sufrimiento del mundo”, con citas de Gómez de la Serna o con comentarios como “esta vida en la que no me sé manejar”. Además, vieron que la historia de amor era fracasada por más que el enamoramiento de Franz, el protagonista y narrador, perdurara por veinte años. Otras, en cambio, achacaron ese sentimiento al hecho de que el narrador está enfermo, en una noche de insomnio pero que sus vivencias han sido satisfactorias a través de la relación con Sarah, una mujer especial por su pasión y perseverancia en sus estudios orientalistas, y también, por sus experiencias en oriente y con todo este conocimiento que atesora sobre el arte y la cultura, tanto oriental como occidental.

    También contamos en el Marbella Club, donde se celebró la tertulia, con socias que no había conseguido terminar el libro, y es que intentaron comprender y abarcar todo lo que renglón a renglón el autor derrocha en su enorme conocimiento, una lectura tradicional que resulta imposible de abarcar con esta obra.

    Para el próximo 5 de diciembre tenemos una nueva apuesta, leeremos “Lo que no quise Decir” de Sandor Marai. ¡Que aproveche!

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