(con vídeos de la presentación, la obra y los invitados al final)
Todo tipo de artistas y amantes del arte,
personas conscientes de que el verdadero tesoro del ser humano es la
sensibilidad, se reunieron en este Jardín del Edén donde se han cuidado
arbustos insignificantes para mostrarnos que la intervención humana también
puede convertir una planta cualquiera en una especie de haya milenaria, es la
grandeza del Hombre.
Desde que Margarita tuvo la ocurrencia de
hacer una exposición aquí, no pudo parar de pensar en que debía realizar una
simbiosis con los árboles y las plantas, porque son su fuente de energía, la
fuente de espiritualidad que ella ha absorbido para producir, una manera de
verter la esperanza, la fortaleza, la perseverancia, la valentía y a veces el
dolor y la soledad.
El resultado de la instalación es muy
mágico, árboles irreales, rosas, llenos de amor, blancos, llenos de tranquila
reflexión, de inquietante soledad, turquesas y azules que nos recuerdan que
todo está relacionado, que el efecto mariposa surge del agua y vuelve al agua,
del aire y vuelve al aire. Margarita sabe, que cualquier acción sobre cualquier
elemento de nuestro hábitat acabará teniendo una consecuencia en todo, en los
árboles y en sus árboles. Bajo ellos, como suculenta delicatessen, se
encontraban las esculturas que la artista trabaja imprimiéndoles una delicadeza
y particularidad propias de un ser sensible y cultivado. Me fascinaron la
escultura de chica leyendo al sol y las acuarelas y acrílicos de árboles rosas,
no se puede querer desaparecer de esta vida si se convive con algo así.
El acto estuvo presentado por la diplomática y escritora, especialista en Mística, Helena Cosano que habló sobre la grandeza de la obra de Margarita, no desde la técnica ni la disciplina, no sería posible, ya que su trascendencia radica en la espontaneidad, la conexión directa con sus emociones y con sus presupuestos ontológicos.
El tenor chileno Rodrigo Orrego tuvo a bien
regalarnos “Torna Asurriento”, un aperitivo lírico que nos supo a poco y
esperamos poder extender en otra ocasión.
En fin, felicidades a Margarita y esperamos que muchas personas se encaprichen de sus obras, les aseguro que trasmiten una buenísima energía en cualquier lugar donde se pongan.
Texto y edición: Ana E.Venegas
Vídeo: José A.Correa y Ana E.Venegas
Fotografía: Ana E.Venegas y Francisco Giménez
Texto y edición: Ana E.Venegas
Vídeo: José A.Correa y Ana E.Venegas
Fotografía: Ana E.Venegas y Francisco Giménez
Presentación de Helena Cosano
e intervención del tenor Rodrigo Orrego
Un paseo entre Ártboles e invitados
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