Marbella Art Fair 2017
Art Marbella ha echado el telón y la ciudad
queda satisfecha por la oportunidad de haber disfrutado de obras de
trascendencia internacional en este mercado del arte contemporáneo. A la par,
nuestra ciudad empieza a sentir el hueco que deja una concentración de arte que constituye lo más en cuestión de
técnicas, materiales, autores reconocidos y novedades plásticas. Ya cierran las
maletas las galerías más significativas de varios países y los artistas que
conociendo la importancia de la cita anual, se han desplazado para ser
embajadores personales de su propia obra. Una vez más Alejando Zaia lo ha
conseguido, la dirección y organización ha sido magnífica, ya queda menos para Art
Marbella 2018.
El Palacio de Congresos y Exposiciones
Adolfo Suárez ha acogido por tercera vez la Feria que ya se ha posicionado, en
pocos años, como una de las citas imprescindibles en el calendario del arte
internacional. Esta edición de 2017 ha contado con la participación de unas cuarenta
galerías de reconocido prestigio provenientes de todo el mundo. Además de haber
abierto sus puertas a todos los marbellíes y visitantes, ha contado con la
visita de numerosas personalidades, amantes de las artes y coleccionistas
ávidos de su pieza perfecta.
La organización ha contribuido además con
la exposición “Grandes Colecciones Nacionales” que ha reunido unas 30 piezas
provenientes de colecciones privadas nunca exhibidas en España. Además, el
pueblo del arte, Genaguacil, ha realizado numerosas excursiones al pueblo con los
visitantes de Art Marbella para que pudieran apreciar el arte contemporáneo en
una villa blanca y de montaña que se ha empeñado en ponerse en el mapa del
Arte.
Hemos disfrutado de obras de maestros
españoles del siglo pasado como Joan Miró, Antoni Tàpies, Eduardo Chillida,
Pablo Palazuelo, Albert Ràfols-Casamada y Jorge Oteiza junto con artistas más contemporáneos
de la talla de Manolo Valdés, Luis Gordillo, Herminio, Susana Talayero, Jaume
Plensa, Ignacio Llamas o David Magán. Entre los internacionales se ha podido
admirar obras de creadores que ya forman parte de la historia del arte como
Lucio Fontana, Yves Klein y Mimmo Rotella junto con autores vivos como Cornelia
Parker, Túlio Pinto, Michael Joo, Christian Voigt, Carlos Cruz-Díez, Mimmo
Paladino y Masao Yamamoto. Y no olvidemos la espectacular obra de Dionisio
Rodríguez que nos visita nuevamente, ya lo hizo en la Galería Yusto &Gines,
con sus irreales y metafísicos fotomontajes. También hemos tenido obra de Lita
Cabellut, a la que ya conocíamos por sus retratos impresionantes expuestos por
Adolfo Flores en la antigua Red Penguin, como aquel de Frida Kahlo que no pudo
pasar desapercibido a nadie con un mínimo de sensibilidad.
En líneas generales la feria ha contado con
grandes firmas como Manolo Valdés y grandes promesas como Jorge Hernández, con
obras novedosas como la magnificación de rinópodos descritos según Linneo por
Gonzalo García, también con piezas costumbristas o de rancia vanguardia, Chillida
con su peine requeteinterpretado, instalaciones de alambre con motor a ritmo de
música, Picatoste con sus manchas de colores vivificantes sobre fondos dorados,
instalaciones de objetos de metal aplastados suspendidos de hilos,
reinterpretaciones de clásicos en collage u otros visitados por personajes
BDSM, irreverencia a los símbolos católicos de Luís Barba al que instamos a
hacer lo mismo con otras religiones aparte de la más fácil y trillada que es la
católica.
Visto y demodé, eso me parecieron algunas
obras, otras no e incluso hubo algunas que me hubiera llevado a mi casa , sin lugar
a dudas los Manolo Valdés, algún Dionisio Rodríguez y el guiño al arte
contemporáneo de Jorge Hernández, por su concreción al reunir en una misma obra
el tiburón de Damien Hirst, las ventanas de Hopper y la piscina de David Hockney,
lo tendría para disfrutar del mundo que encierra, de una técnica tan depurada y
de la sonrisa que me produce ver semejante guiño al Arte Contemporáneo. Los
geométricos coloristas, las marilins y los dineys no me parecieron dignos de la
feria, claro que es una opinión y posiblemente los hayan vendido todos, porque
eso es lo que la gente quiere y la que no entiende nada de arte soy yo.
Art Marbella ha echado el telón y la ciudad
queda satisfecha por la oportunidad de haber disfrutado de obras de
trascendencia internacional en este mercado del arte contemporáneo. A la par,
nuestra ciudad empieza a sentir el hueco que deja una concentración de arte que constituye lo más en cuestión de
técnicas, materiales, autores reconocidos y novedades plásticas. Ya cierran las
maletas las galerías más significativas de varios países y los artistas que
conociendo la importancia de la cita anual, se han desplazado para ser
embajadores personales de su propia obra. Una vez más Alejando Zaia lo ha
conseguido, la dirección y organización ha sido magnífica, ya queda menos para Art
Marbella 2018.
El Palacio de Congresos y Exposiciones
Adolfo Suárez ha acogido por tercera vez la Feria que ya se ha posicionado, en
pocos años, como una de las citas imprescindibles en el calendario del arte
internacional. Esta edición de 2017 ha contado con la participación de unas cuarenta
galerías de reconocido prestigio provenientes de todo el mundo. Además de haber
abierto sus puertas a todos los marbellíes y visitantes, ha contado con la
visita de numerosas personalidades, amantes de las artes y coleccionistas
ávidos de su pieza perfecta.
La organización ha contribuido además con
la exposición “Grandes Colecciones Nacionales” que ha reunido unas 30 piezas
provenientes de colecciones privadas nunca exhibidas en España. Además, el
pueblo del arte, Genaguacil, ha realizado numerosas excursiones al pueblo con los
visitantes de Art Marbella para que pudieran apreciar el arte contemporáneo en
una villa blanca y de montaña que se ha empeñado en ponerse en el mapa del
Arte.
Hemos disfrutado de obras de maestros
españoles del siglo pasado como Joan Miró, Antoni Tàpies, Eduardo Chillida,
Pablo Palazuelo, Albert Ràfols-Casamada y Jorge Oteiza junto con artistas más contemporáneos
de la talla de Manolo Valdés, Luis Gordillo, Herminio, Susana Talayero, Jaume
Plensa, Ignacio Llamas o David Magán. Entre los internacionales se ha podido
admirar obras de creadores que ya forman parte de la historia del arte como
Lucio Fontana, Yves Klein y Mimmo Rotella junto con autores vivos como Cornelia
Parker, Túlio Pinto, Michael Joo, Christian Voigt, Carlos Cruz-Díez, Mimmo
Paladino y Masao Yamamoto. Y no olvidemos la espectacular obra de Dionisio
Rodríguez que nos visita nuevamente, ya lo hizo en la Galería Yusto &Gines,
con sus irreales y metafísicos fotomontajes. También hemos tenido obra de Lita
Cabellut, a la que ya conocíamos por sus retratos impresionantes expuestos por
Adolfo Flores en la antigua Red Penguin, como aquel de Frida Kahlo que no pudo
pasar desapercibido a nadie con un mínimo de sensibilidad.
En líneas generales la feria ha contado con
grandes firmas como Manolo Valdés y grandes promesas como Jorge Hernández, con
obras novedosas como la magnificación de rinópodos descritos según Linneo por
Gonzalo García, también con piezas costumbristas o de rancia vanguardia, Chillida
con su peine requeteinterpretado, instalaciones de alambre con motor a ritmo de
música, Picatoste con sus manchas de colores vivificantes sobre fondos dorados,
instalaciones de objetos de metal aplastados suspendidos de hilos,
reinterpretaciones de clásicos en collage u otros visitados por personajes
BDSM, irreverencia a los símbolos católicos de Luís Barba al que instamos a
hacer lo mismo con otras religiones aparte de la más fácil y trillada que es la
católica.
Visto y demodé, eso me parecieron algunas
obras, otras no e incluso hubo algunas que me hubiera llevado a mi casa , sin lugar
a dudas los Manolo Valdés, algún Dionisio Rodríguez y el guiño al arte
contemporáneo de Jorge Hernández, por su concreción al reunir en una misma obra
el tiburón de Damien Hirst, las ventanas de Hopper y la piscina de David Hockney,
lo tendría para disfrutar del mundo que encierra, de una técnica tan depurada y
de la sonrisa que me produce ver semejante guiño al Arte Contemporáneo. Los
geométricos coloristas, las marilins y los dineys no me parecieron dignos de la
feria, claro que es una opinión y posiblemente los hayan vendido todos, porque
eso es lo que la gente quiere y la que no entiende nada de arte soy yo.
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