Esta semana celebramos
en el Hotel San Cristobal la Asamblea Anual de la Asociación de Mujeres
Universitarias de Marbella. Con este acto se aprueban las cuentas del ejercicio
pasado y se definen las líneas que la asociación va a seguir en el presente
ejercicio.
Reunidas en el salón de conferencias del
céntrico establecimiento hotelero, las socias presentes ejercimos el derecho a conocer y discutir sobre las
próximas actuaciones, un buen número de mujeres delegó en las asistentes al no
poder asistir por motivos diversos.
En primer lugar, se aprobó el acta del año
anterior como es requisito en este tipo de actos. Luego se presentaron las
cuentas del pasado ejercicio, ingresos por seminarios, cuotas, donaciones y los
gastos, mínimos gastos pues, los gruesos de los ingresos van destinados al
Programa de Becas del que nos sentimos tan orgullosas y que ya ha beneficiado a
dieciséis chicas brillantes de la municipalidad de Marbella con necesidades de
cierto aliciente económico.
Luego se fueron tratando temas importantes
para la organización de la Asociación como, la obligación de pagar un 25% de
los ingresos, no cuotas, como impuestos, lo que nos obliga a despertar nuestra
creatividad para generar eventos en los que conseguir ingresos para poder
mantener el número de becarias. Hemos tenido que acudir a una gestoría
especialista en Asociaciones y además estamos en proceso de que nos declaren
Asociación de utilidad pública para intentar que se nos reduzca el índice de
impuesto.
Nos dieron las nueve de la noche
discutiendo temas tan poco prosaicos pero necesarios como la necesidad de
mantener el precio de las cuotas y los más interesantes de si debíamos leer más
autoras, hacer más conferencias y ver más películas de mujeres, decidimos que
nuestro objetivo de formación permanente nos llevaba por el camino de la
excelencia, sin pensar en si los autores de las obras que analizamos son
negros, mujeres, jóvenes, americanos o europeos, lo importante es la calidad, a
través de esta exigencia es como pretendemos ser competitivas, no tener una
cuota por discriminación positiva.
Lo que sí quedó claro, es que seguiremos
con nuestro trabajo crítico desde una mirada femenina, que conoce su valor y
que pretende sumar su valor a esta sociedad porque es una aportación de calidad
con matices muy interesantes. Para ello aventuramos que este año tendremos unas
cuatro becarias más.
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