El pasado viernes se inauguró en Marbella la exposición “Aguadas de Primavera” del artista Pedro Molina. En la Galería Magpie de la calle Virgen del Pilar no cabía un alfiler, un mérito del pintor pues caían, sobre mojado, chozos de punta. La colección gustó sobremanera a los asistentes que no pudieron dejar de admitir que el pintor tiene un marchamo muy personal y que consigue conversaciones muy particulares con cada uno de los espectadores.
La Galería Magpie forma parte del tejido
cultural de Marbella desde hace varios años, se esfuerza por atraer pintores
especiales de otros lugares sin olvidar la promoción de los valores locales. En
la actualidad está realizando una serie de conferencias para divulgar el
conocimiento del Arte Contemporáneo. Un poco antes de la inauguración de
Molina, el profesor Jesús Eguía dio una conferencia sobre uno de los mejores
artistas figurativos del siglo XX, Egon Schile.
La exposición “Aguadas de Primavera” ahonda
en la investigación sobre soportes, tintas y trazos que Pedro viene creando en
forma de Avatares, Aguadas de Invierno y las creaciones inspiradas y aprendidas
en sus viajes a China. En esta ocasión nos vuelve a sorprender con los
formatos, apaisados o desfiguradamente verticales que satura de negro o
simplemente toca con un trazo tan significativo que se ha convertido en un
lenguaje que ya todos los que conocemos su obra traducimos, por eso podemos
conversar con la obra sin dificultad.
Pero lo realmente reseñable en mi opinión
son las atmósferas que Pedro crea, idealizaciones de una naturaleza que no
necesita perifollo, cielos que existen porque, con dos pinceladas temerarias,
un pájaro los surca, planetas que insisten en ser tenidos en cuenta por su
presencia esférica y acuosa sobre el blanco más nihilista, árboles pertinaces,
supervivientes, esperanzadores y con entidad de personaje. En fin, una delicia
de trabajo surgido de la búsqueda, el que busca corre el riesgo de encontrarse
a sí mismo y parece que Molina no tiene miedo de hacerlo.
El pintor tiene una larga carrera como
pedagogo, como maestro de escuela, sin duda es un ser social consciente, seguro
de la necesidad del otro, de oírle, de comprenderle y de darle con generosa
libertad, por ese motivo, sigue su camino de descubrimiento en el que encuentra
la respuesta de los aficionados a su arte, una población cada vez más grande,
gracias a la accesibilidad de su narración y de su adquisición, debe ser el pintor
del que más obras cuelgan de hogares y establecimientos en muchos kilómetros a
la redonda, “dicen que la distancia es el olvido y por eso Pedro no concibe esa
razón”.
En fin no se la pierdan, estará un tiempo
en la Galería Magpie en la calle Virgen del Pilar en Marbella, les atenderán
con mucho gusto, son encantadores y conocedores del Arte Contemporáneo. Además, están preparando una cena con subasta solidaria para Aldeas Infantiles con obras de todos sus pintores, de Pedro se subastará la que encabeza este artículo.
Fotografía de las obras de Pedro Molina
Fotografía de la Inauguración de José A.Correa
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