Bailar es un acto que nos conecta con
nuestro sentido lúdico, con las pulsiones rítmicas y que manifestamos desde que
somos pequeños. El Tango en especial es un fenómeno que despertó en los lugares
más mestizos, fruto del sentido musical y de la expresión corporal más
variopinta, en puertos donde atracaban hombres de todas nacionalidades y razas
que fundieron sus desinhibiciones con las de locales especializados en el “descanso
del guerrero”, lugares de copas y de encuentros sexuales furtivos y pagados.
Pero, esta manifestación humana que en un
principio fue subterránea, se convirtió por uno de esos avatares de “ida y
vuelta” en un baile de salón con el marchamo distinguido que da todo lo parisino.
Eso sí, la esencia del llamado “Abrazo Comunicativo Esencial” se mantiene como
tesoro de conexión entre dos personas que se aíslan del mundo para compartir
unos momentos íntimos de gran intensidad.
Los directores de la Academia Sistema Tango Adrián Heim y
Eleonora Rosaminer, tras ser presentados por la directora del Museo Ralli, Rosa
Ruíz, tomaron la palabra para contarnos los orígenes del Tango y su Esencia. Después,
algunos bailarines habituales contaron sus experiencias y se leyó un relato breve tan surrealista como las obras que nos rodeaban. También tuvimos una
conexión por videoconferencia con un bailarín y profesor internacional y posteriormente,
el público pudo sentir la emoción del “Abrazo Comunicativo Esencial” gracias a
este enlace entre dos personas y practicar movimientos al unísono, como
caminatas.
Esta conexión me recordó la que existe
entre los caballos y el susurrador de caballos, la que se da en la Doma
Natural, es la energía percibida la que supone una comunicación tan
satisfactoria. Si además estos impulsos van a ritmo de música e inspira letras
tan emotivas, tristes, canallas, de grandes sentimientos la experiencia es muy
recomendable.
Tras las ponencias y la experimentación de
la conexión entre parejas asistimos a dos exhibiciones, una de tango social donde
participó todo el que quiso además de bailarines aficionados y otra de tango
show que bailaron Adrián Hein y Eleonora Rasaminer con una galería de obras de arte latino americano como escenogragía.
Felicitamos a la Asociación y al Museo
Ralli por realizar esta jornada desde un punto de vista cultural, dándole a su
Majestad el Tango el lugar que merece.
Fotografía de José A.Correa
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