Ay, qué frío, hace un frío que pela, tengo más frío que pelando pingüinos, pobrecito del rabanito que se quede esta noche fuera, ¿Dónde está mi botella de agua caliente?...
En fin, lo que viene siendo una desesperación desorbitada por las bajas temperaturas. Todo indica que debemos encender la chimenea y quedarnos en casa. Y un ratito o una tarde, eso, está bien, ¿pero el resto? qué hacemos ¿nos metemos en la clausura del invierno?, ¿invernamos?
-De eso nada, monada!

Yo tengo unos cuantos, y es que ya tengo una edad gloriosa y como no los rompo ni los estropeo os voy a presentar algunos de ellos:
Un plumas hasta la rodilla marrón, calentito, calentito, con una cremallera, dos bolsillos y capucha, me lo pongo con pantalones, legings y mis botas azul y marrón.


El abrigo rojo me lo compré en el mes de Agosto, sí, iba con la otra Mota Rosa, La Barbie, ja, nos detuvimos en una tienda en liquidación, hasta vergüenza da decir lo que me costó, pero tiene un color tan bonito, tan alegre, da gusto que haga frío y tener un evento para ir un poco peripuesta.

Y finalmente mi "hombre" y yo de ruta motera, chaqueta de cuero para él y tres cuartos de cuero negro "made in" Ubrique por supuesto, hace una visita a la cuna de la marroquinería y el trabajo exquisito en piel, os va a encantar los diseños que se hacen en mi pueblo y los precios tan estupendo que tienen dada su calidad y belleza.
Del tema de sombreros ya hablaremos otro día, y de los kilitos de las Navidades, a ver si podemos parar y no hablarlo siquiera, "pa qué"?
Texto de Ana E.Venegas
Fotografía de José A.Correa
Texto de Ana E.Venegas
Fotografía de José A.Correa
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