En la tarde de
ayer y rodeado de amigos, Francisco Sánchez Gil inauguró su retrospectiva “50
Años de Creación”. El escenario fue la
sala de arriba del Centro Cultural Cortijo Miraflores. La muestra podrá será
disfrutada por un mes, lo que nos lleva a una Finissage en el 3 de Julio.
La exposición se
extendió por las paredes de la sala en un orden cronológico que nos hizo mirar
al artista desde la ternura de un ser creativo que experimenta constantemente,
que se atreve, un valiente o insensato
que evoluciona por sí solo, de una manera autodidacta aprendiendo de sus
resultados.
Pudimos apreciar
dibujos en hojas de propaganda, temas sobre tabla, esculturas, grandes y
pequeños formatos, trenzados de esparto pero con materiales de reciclaje. También,
paisajes sin fondo, donde la técnica desconocida es suplida por la espontaneidad,
chaladuras de forma y color que consiguen mantener nuestro cerebro en una
longitud de onda cerebral que eleva nuestras comisuras para mantener una
sonrisa divertida a lo largo de toda la obra.
Se logra apreciar
la evolución del artista según se va contagiándose de la obra de los grandes, con
experimentos entorno a la deconstrucción cubista, al surrealismo de huevos fritos
blandos cual relojes dalinianos, con personajes esperpénticos entre la
tradición popular y los juegos frutales en cuanto a lo corporal de Magrite.
En la
divertidísima obra vital de Paco caben esculturas, mezclas de materiales, colores
planos, juegos de cielos imposibles, objetos de madera, gallinas y búhos artefactos.
Una osadía propia de una mente artista, hecha a sí mismo, la obra propia de un
ser que usa las cicatrices como peldaños.
La muestra es una
colección entrañable que reúne valores que yo aprecio mucho, como la locura, la
osadía, la valentía, el tesón y mirando al artista, su eterna sonrisa.
Texto y maquetación: Ana E.Venegas
Texto y maquetación: Ana E.Venegas
Fotografía: José A.Correa
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